Empezamos la excursión subiendo hacia el Coll des Verger por un camino casi recto. A derecha e izquierda tenemos campos de cultivo muy pedregosos y salpicados de olivos. En el collado hay una era de batre y una hermosa vista del valle de Es Verger. El mar y, más allá, la silueta de la isla de Menorca completan el panorama que se ve desde el coll. La bajada es suave, con las paredes de Ses Murades a la derecha y las laderas de Na Pastora a la izquierda. Diez minutos después llegamos a las casas de Es Verger, con la fuente del mismo nombre. Una leyenda borrosa indica en la fuente: "Antiq Ullal de temporada. Font permanent desa 1933". El agua mana con fuerza a causa de las últimas lluvias y el sobrante se pierde por la ladera encharcando el camino. Aprovechamos para merendar en ese tranquilo rincón.
Reanudamos la marcha tras la merienda y seguimos descendiendo en dirección a la finca de Aubarca por el camino del mismo nombre. Algunos pequeños rellanos y bancales se han aprovechado para cultivo de secano y almendros. El terreno no da para más. Las laderas que nos rodean están prácticamente tapizadas por càrritx. La abundancia de incendios en épocas pasadas para la regeneración de pastos para ovejas y cabras ha favorecido el crecimiento de ésta y otras especies rebrotadoras (como el palmito o garballó). También abundan estepa negra, argelagas, ullastres y pinos. Los acantilados de Ses Murades se van acercando y cada vez se parecen mas a paredes inexpugnables de un castillo.
Frente a nosotros, aunque bastante lejos, se ve el Puig de s'Àguila y el Puig des Telègraf o de Son Jaumell con una torre de defensa en su cima. Mirando hacia atrás, hacia el Coll des Verger, destaca el Puig den Pelegrí con una forma de colmillo muy característica. Pasamos junto a un terreno de olivar y poco después entramos en un encinar (que no abunda mucho por esta comarca) con restos de antiguos hornos de cal. Llegamos a un cruce de caminos con señales del GR-222 (el que va de Artà a Lluc). Giramos a la derecha y enseguida llegamos a las casas de Aubarca. Si algo destaca en esta posesión son los sistemas de recogida y de agua: canalones, aljibes, pozos, ... Sorprenden unos arcos entre las dependencias de la posesión, a modo de acueductos, que conducen el agua de un edificio a otro, hacia el aljibe principal. Las dependencias de animales también están bien conservadas así como la antigua tafona (almazara). Una parte de la posesión se ha habilitado como albergue.
Seguimos caminando ahora por el itinerario de Els Horts Vells de Albarca. El camino baja junto a un torrente entre encinas y llega poco después al terreno de cultivo de Els Horts Vells con grandes olivos bien cuidados. El color amarillo de las argelagas nos rodea por todos lados. Frente a nosotros se alza Sa Talaia Moreia (también con una torre de vigilancia y defensa). Momentáneamente salimos de los límites del parque natural mientras bajamos hacia la playa de Sa Font Celada. El terreno se vuelve más arenoso a medida que nos acercamos a la costa. La Font Celada mana casi a nivel del mar. Recorremos la costa en dirección a la playa de s'Arenalet d'Aubarca. Apenas hay flores, pero aquí y allá se ve una pequeña 'margarita' de pétalos blancos y centro rosado. Es la camamil•la de mar o margalideta de mar, una planta que, en todo el mundo, sólo crece en Mallorca y Menorca.
Las casas de s'Arenalet también se han habilitado como refugio. Aprovechamos para hacer un pequeño alto en el camino para reagruparnos. Desde las casas, mirando hacia el este, destaca el islote del Faralló d'Aubarca. También se ve la Torre d'Albarca, en la misma costa. A partir de aquí toca subida, ascendiendo por las laderas del Puig de sa Font en dirección a la Caseta dets Oguers por el camino denominado de s'Esquena Llarga. Abundan los madroños cuyos frutos empiezan a engordar poco a poco, y que curiosamente aún están floreciendo (la época de floración es en otoño). Al llegar a la Caseta dets Oguers (también habilitada como refugio) seguimos un poco mas hasta la fuente del mismo nombre para comer. La fuente consiste en una mina de reciente construcción de unos 10 metros de largo con un pozo interior. El agua llega, canalizada, hasta un gran aljibe cuadrado y cubierto al otro lado del camino.
La última parte de la excursión tendrá como protagonista la lluvia. Al menos hemos podido comer sin problemas. El cielo, hasta el momento cubierto de densas nubes, empieza a descargar agua obligando a ponernos los chubasqueros. Por suerte no es una lluvia muy fuerte y persistente. Continuamos en ascenso hacia el Coll de sa Valma. Frente a nosotros tenemos ahora el Puig de sa Tudossa, con las antenas de telefonía. A nuestra izquierda el Puig des Porrassar con una forma cónica muy característica. El camino de s'Esquena Llarga termina en un camino asfaltado, aunque algo deteriorado, y que tomaremos hacia la izquierda. Es el llamado Camí dels Pressos. Hacia la derecha subiriamos hasta las antenas del Puig de sa Tudossa. Después del Coll de sa Valma descendemos, mayormente por la carretera y un poco por sendero, hasta llegar nuevamente a las casas de s'Alqueria Vella y cerrar el circuito.
En total han sido 20 kilómetros de marcha por el parque natural. Una marcha suave, sin mucho desnivel y por parajes de gran belleza.
CMP S'Alqueria Vella - Es Verger - Aubarca |