A las 9 estábamos todos puntuales en las cercanías del campo de fútbol de Sant Llorenç. Pero no es desde aquí de donde partiremos y así nos lo dice Guillem Pont, nuestro guía. Para evitar patear casi tres kilómetros de asfalto tanto al inicio como al final, nos acercaremos en coche hasta el inicio del Camí den Tenja (a la altura del kilómetro 6,700 del Camí de Calicant).
A eso de las 9:30 empezamos la excursión. Somos uno menos que la vez anterior: 19. Andamos por camino asfaltado en ligera pendiente y en dirección casi norte. Las nubes recorren el cielo azul y aunque todavía no se nota mucho, se intuye que el día será algo caluroso. Frente a nosotros tenemos las Muntanyas den Tenja cuya cima principal es el Telègraf. Más a la izquierda se encuentran las de Calicant. Como dice Guillem, la idea es 'subir al Telègraf y luego, cresteando, ir ascendiendo a la cima de Calicant'.
Poco más de un kilómetro después llegamos a un camino de tierra, girando a la izquierda. La pendiente se va haciendo un poco mas pronunciada mientras vamos dejando unas cuantas casas a la derecha. El camino acaba en una posesión, pero nosotros lo dejamos poco antes de llegar a ella. Salimos hacia la izquierda y, campo a través, entre carrizos y antiguos bancales abandonados, vamos subiendo hasta llegar a la caseta del Mal Home. Aquí la otra vez fue donde decidimos abandonar a causa de la lluvia que hacía. Paramos unos minutos al lado de las ruinas y Guillem nos recuerda de nuevo la vida de aquel personaje y de su familia, que vivían en aquella caseta con las mínimas comodidades, trabajando la tierra y ganándose pan y el apodo de Mal Home (por el hecho de no asistir a los oficios religiosos).
Seguimos la subida a la Muntanya den Tenja por la llamada Costa de s'Aliga. Vamos más o menos paralelos a una pared medianera que nos lleva al pie de unos peñascos. Allí giramos un poco hacia la derecha bajo los peñascos, pasando por una balma y subiendo por una canal utilizando las manos hasta un pequeño collado. A nuestra espalda tenemos toda la subida que hemos hecho con el pueblo de Sant Llorenç y el Pla de Mallorca al fondo. De frente se ven todas las montañas de Calicant, a donde nos dirigiremos después de merendar. Giramos a la derecha subiendo a una antecima. El terreno se ha allanado, el Telègraf está cerca y en pocos minutos llegamos a su cima, coronada por los restos de una caseta. Son casi las 11 de la mañana.
Allí paramos a merendar y al estilo monacal, Guillem nos lee, fiel a su costumbre, unos fragmntos de una obra de Salvador Galmes: El Garriguer d'Infern (Salvador Galmés; Narracions. Moll, 1976). Infern es como se llamaba a aquella zona a causa de lo inhóspito del terreno y de las penurias que había que sufrir para sacar rendimiento a esas tierras. La novela relata la vida del Mal Home que vivía en la caseta que habíamos dejado. También hace mención al Clot des Tresor y al tesoro escondido en el y que ya nos contó Guillem en otra excursión, aquella vez por una rondalla de Mossen Alcover. Aquí podéis leer la obra de El Garrirer d'Infern así como unos comentarios sobre dicha obra escritos por Pere Rosselló Bover.
Sobre el topónimo de Telègraf nos comenta que se cree que allí había un puesto de observación y de señales, aunque tampoco hay nada documentado.
Partimos media hora mas tarde en dirección norte hacia el Coll des Gatovells, bajando por una ladera llena de carrizo. De bajada tenemos que atravesar unas paredes medianeras. Dejamos el Coll des Gatovells a la derecha sin llegar a el y giramos hacia el oeste una vez pasada la vaguada subiendo por una cornisa rocosa. También dejamos la vaguada que baja del Coll Paredat a la derecha. Subimos por esa arista hasta una primera cima. Desde allí divisamos ya toda la parte norte de la isla, las montañas de Artà, la Bahía de Alcudia, la Península de Alcudia, la Bahía de Pollença y Formentor al fondo. También se ve Artá y Capdepera.
Tenemos que bajar hasta un collado que nos separa del Puig d'en Sard. De camino vemos alguna tortuga medio escondida entre el carrizo. En el collado encontramos, por fin, un sendero que sube de la vaguada, a nuestra izquierda (por la que después bajaremos), hacia la cima que tenemos enfrente. Es el sendero normal de subida a Calicant.
Pasamos el Puig d'en Sard y emprendemos el último repecho hasta la cima de Calicant (473 m) a la que llegamos poco después de la una y cuarto.
Desde Calicant volvemos a disfrutar de las vistas que nos rodean, tanto por la parte de Alcudia como por la del Plà. Hacia el sur, a la derecha de San Salvador se intuye el archipiélago de Cabrera. Allí hacemos la parada para la comida.
Después de la comida, pasadas las dos de la tarde, regresamos por el mismo camino hasta el collado de la vaguada. Allí nos desviamos hacia la derecha bajando por la misma. A ratos se desdibuja un poco el sendero pero se sigue más o menos bien hasta pasar un torrente y llegar a un camino ancho. Giramos hacia la derecha pasando por un terreno de labor y llegando hasta un aljibe con un abrevadero. Ambos se alimentan por una fuente cercana (la Font de Ses Piquetes).
Desde aquí todo se hace mucho más fácil, siguiendo el amplio camino sorteando campos de cultivo y terrenos abandonados hasta llegar a la carretera. Giramos a la izquierda y tras un trecho de un kilómetro de carretera llegamos a lugar donde hemos dejado los coches poco antes de las cuatro de la tarde.
Ha sido una excursión corta, casi 12 kilómetros, pero interesante y bien acompañada por el tiempo y la compañía.
Guillem ha puesto unas fotos en Picasa y las podéis ver mediante el siguiente enlace:
https://picasaweb.google.com/bellver08/201111CalicantAmbSantueri
Y aquí los enlaces de las fotos y la ruta.
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