Llegamos a una zona de sucesivos zig-zags y en seguida a un portillo al lado de una gran roca caída desde la montaña hará no se sabe cuantos años. Allí un indicador del GR nos hace desviar por un sendero a la izquierda para ahorrarnos algunas vueltas de la carretera.
En lo alto vemos las viejas murallas y torreones al borde del acantilado del Castillo de Alaró, uno de los castillos roqueros de Mallorca cuyos orígenes se remontan más atrás de la época de dominación musulmana.
Seguimos ascendiendo hasta llegar cerca de la posesión y restaurante de Es Verger. Entonces nos desviamos hacia la derecha por un sendero señalizado, realmente es el antiguo sendero que subía desde Alaró, que nos acercará al pie de los acantilados. Entramos ya en el dominio del encinar y es un poco difícil encontrar un sitio bien soleado para merendar. Paramos a las 10:45 con el bosque a la espalda y frente al Comellar de Es Verger.
Una media hora después reanudamos la marcha. El sendero se acerca en un primer momento a los acantilados pero gira continuando el ascenso de forma suave entre el bosque de encinas. Tras unos zig-zags que hacen subir rápidamente dejamos a la izquierda el sendero que conduce hacia la zona de aparcamiento del Pla del Pouet. El sendero tiene un letrero que indica que hay desprendimientos y recomiendan no pasar. Mal asunto, pues es por allí por donde continuaremos después de visitar el castillo y la capilla.
Seguimos subiendo. El sendero se pega al acantilado como queriendo indicar que ya queda poco, y a la vista está, para llegar a la puerta de entrada al castillo. Este último tramo está muy cuidado, empedrado y escalonado. La torre del homenaje asoma entre los árboles. A nuestra izquierda el vacío. Atravesamos la antemuralla y tras un corto ascenso por el camino empedrado con un giro a la derecha, llegamos a la torre del homenaje (o del Constipador). Tras ella el terreno se allana considerablemente. Estamos dentro del recinto del castillo y en pocos minutos llegamos a la capilla. Pero antes, hacia la izquierda, un balcón natural nos descubre una maravillosa panorámica de la sierra de Tramuntana, eso sí un poco entre nubes, pero maravillosa al fin y al cabo.
A las 11:45 llegamos a la capilla, en una amplia explanada. Tras un atrio se llega a la puerta de entrada en cuyo interior hay una imagen de la Mare de Déu del Refugi. En otra parte de la explanada, al lado de la capilla está la antigua hospedería, que hoy también se emplea como refugio de montaña de la Ruta de la Pedra en Sec (GR-221). Además de las vistas sobre el Pla de Mallorca que se ven desde la capilla también se tienen vistas sobre la Serra de Tramuntana, y el valle de Orient y Solleric similares a las vistas desde el balcón natural anterior.
Descansamos unos minutos mientras visitamos la capilla y preguntamos en la hospedería si hay algún impedimento en bajar por el camino hacia la explanada del aparcamiento. Nos dice que está un poco mal pero tampoco dice que no se pueda pasar con un poco de cuidado. Biel nos deja junto con una amiga suya. Por eso decía al inicio que éramos 15 ‘al principio’. Tiene un compromiso en el pueblo y no puede acabar la excursión, pero nos veremos en el pueblo cuando terminemos la misma.
Iniciamos el descenso, unos 20 minutos después, volviendo sobre nuestros pasos hasta llegar al desvío hacia el aparcamiento que indica que hay desprendimientos. El punto conflictivo está en l'Estret, un paso entre unas rocas y que salva un pequeño torrente. El agua de las últimas lluvias ha debilitado la base desprendiéndose parte del paramento que sostiene el camino. Unos pocos minutos nos separan de la explanada del Pla del Pouet donde unos coches están aparcados. La carretera de bajada para los coches va hacia el sur, pero nosotros tomamos un sendero de herradura hacia el norte en una bajada un poco empinada entre el bosque de encinas. Casi abajo del valle entramos en terrenos de cultivo y olivar. El sendero se allana considerablemente mientras nos acercamos a la carretera justo después de pasar por la Font d'en Tries.
Vamos por la carretera en dirección a Orient alrededor de unos 500 metros y nos desviamos hacia la izquierda (sur), por el sendero que conduce al Pas de s'Escaleta, a la izquierda de una canal de recogida de agua. A la derecha tenemos el Puig de Can Llenderina, por cuyas laderas hemos descendido del castillo, y a la izquierda la Talaia de Cals Reis. A medio camino del paso nos desviamos hacia el noroeste, bajando nuevamente hacia la carretera. Algún claro entre las encinas nos permite divisar el pueblo de Orient.
Bordeamos unos terrenos de olivar y frutales y empezamos un ascenso entre encinas y de tanto en tanto echamos mano del mapa para confirmar el recorrido, lo que da lugar a situaciones un poco divertidas. Culminamos el ascenso, no será el último, en el Pas de s'Estaló por camino de carro. El paso es una grieta entre rocas en la ladera oeste de la Talaia de Cals Reis (entre esta montaña y Es Castellot) y permitía la comunicación entre Orient y Coanegra. Son las dos de la tarde y aprovechamos para hacer la parada para la comida durante la cual vemos las andanzas y habilidades de algunas cabras en los peñascos cercanos.
Tras la comida (no nos enredamos mucho, apenas media hora, ya que unas nubes parecen querer acercarse con malas intenciones) ascendemos un poco hasta un collado a la izquierda de la Mola de Lluc. Se ven flechas azules que marcan el sendero. Tras pasar una sitja, y luego otra, dejamos a la derecha un sendero que conduce a Coanegra y Els Freu. Pasado el collado llaneamos llegando a los terrenos de Es Rafal. Allí nos despistamos un poco antes de llegar a las casas y volvemos a echar mano de los mapas que nos conducen a la ruta correcta. Dejamos atrás las casas de Es Rafal, alguna de cuyas dependencias están en estado ruinoso, y rodeando por la izquierda el Penyal de sa Bastida (al este de Es Rafal) iniciamos un descenso muy empinado que hace quejarse a nuestras rodillas. Además el camino está cementado por lo que el terreno no amortigua nuestros pasos incrementando las molestias. Son unos 300 metros de desnivel en unos 2 kilómetros, hasta las casas de Ses Artigues. Pero antes, entre el Penyal de sa Bastida y Sa Mola, en una piedra desnuda a la orilla del camino vemos unos fósiles de Ammonites. Dos o tres muestran claramente la morfología en espiral similar a un caracol. Un animal similar que existe en la actualidad sería el Nautilus (una especie de calamar con concha). Se ven otros restos que podrían ser trozos de ellos, con la ornamentación de las suturas más o menos aparentes. Como ya comentamos entonces eran animales que colonizaron los mares durante unos 300 millones de años (desde el Devónico hasta el Cretácico). Estos fósiles nos indican que estas tierras que estamos pisando estuvieron hace un montón de años sumergidas y que la caliza que las forman son material sedimentario compactado de infinidad de animales y microorganismos que posteriormente salió a la superficie.
Después de este retroceso en el tiempo continuamos la bajada hacia Alaró. La pendiente sigue siendo muy empinada, hasta la llegada a las casas y Font de ses Artigues. Desde allí una bajada suave nos acerca hasta el pueblo, terminando en un bar de la plaza del mismo a eso de las 16:15. Tras la cerveza, refresco, café, etc. de rigor, nos despedimos y felicitamos las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo que se acercan.
Según el GPS han sido poco más de 20 kilómetros, con muy buen tiempo y con maravillosas vistas durante todo el recorrido y su migaja de cultura en el último tramo.
Desde aquí aprovecho, en nombre del Estol Santueri, para felicitaros la Navidad y que el Año Nuevo esté lleno de buenas excursiones. MOLT D'ANYS.
De CMP Alaró - Castell d'Alaró - Orient - Alaró |
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