Arrancamos pasado un poco de las nueve y media. Haremos la subida al puig por la ruta tradicional, por lo que vamos por la carretera que conduce al refugio de Tossals Verds. La carretera al principio es llana pero al poco empieza a empinarse. En seguida vemos antiguas canalillas de conducción de agua, que se agarran a las paredes de la montaña o salvan mediante un pequeño acueducto algún relieve de la misma. Después vemos la ya más modernas y antiestéticas tuberías que abastecen de agua a la capital. La carretera cruza el Torrent d'Almadrá y vuelve a empinarse otro poco. Poco antes de cruzar la barrera de la finca de Tossals pasamos bajo una balma con una imagen de una Virgen. Tras las barreras llegamos a una pequeña explanada con un pozo. Allí pasa un ramal del GR221. Vamos por él, a la derecha (por la tarde llegaremos al mismo punto viniendo de la parte izquierda). La carretera también gira a la derecha, pero el GR no va por ella. Hace poco han abierto una ruta que la evita, aunque la cruza un par de veces. Un poco de esfuerzo más y llegamos al refugio donde un comité de recepción formado por 5 burros nos da los buenos días. El refugio está en obras, así que el café que me pensaba tomar tras la merienda se va al garete. Menos mal de la sobrasada de Biel que me quitó el mal sabor de boca. Hemos tardado un poco menos de una hora en llegar al refugio.
Tras veinte minutos de descanso, merienda y risas, reanudamos la excursión. Detrás de las casas continúa el GR que seguiremos hasta el Coll des Coloms. En un cruce tenemos la posibilidad de ir por la vaguada del Pou de sa Coma, pero vamos por la derecha evitando bajar para luego volver a subir. El sendero va ascendiendo suavemente, quitando algún que otro repecho. Vamos rodeando toda la mole del Puig des Tossals Verds que tenemos siempre a nuestra izquierda pero cuyas laderas nos impiden ver la cima. Dejamos a la derecha el sendero que va hacia Es Pinetons y también a la derecha el Pou de sa Bassola, al que algunos de nosotros se acercan para verlo mejor.
Estamos en el collado de Ses Cases Velles. Ahora el sendero parece incluso mas plano, si bien no deja de ser pedregoso por lo que hay que mirar donde poner los pies. Empezamos a ver en la otra ladera del Torrent del Prat la línea por donde va la Canaleta del Massanella y también empezamos a ver niebla que parece que quiere envolverlo todo. Así con esta imagen intranquila vamos acercándonos poco a poco al Coll des Coloms. Antes hemos dejado a la izquierda un pequeño Belén, con alguna figurita de menos, en la oquedad de un ullastre. Un poco mas adelante sale un camino también a la izquierda por donde también se puede llegar a la cima de Tossals Verds y que Jaume Llabrés me indica. Será para otra ocasión, Jaume. Ya tenemos el acueducto de la Canaleta del Massanella a al vista y poco a poco las dos laderas se van acercando y el sonido del agua del torrente llega claramente a nuestros oídos. No tardamos en llegar al Torrent des Prat que cruzamos primero pasando sobre unas piedras y después por un pequeño puente de madera. Stevie, que vuelve a venir con nosotros (esta vez ha dejado en 10 kg la mochila) nos hace una demostración del tubo purificador de agua que utiliza en casos donde la calidad de la misma deja un poco que desear. Es interesante ese invento. Dejamos a la derecha el desvío hacia la Font del Prat y hacia Lluc. En un pis-pas llegamos al Coll des Coloms, donde esperamos un poco a los rezagados. Hemos tardado una hora y veinte minutos desde el refugio. Y nos queda una hora, según el cartel indicador, hasta la cima.
Hay que tomárselo con calma. La subida es fatigosa y no tenemos prisa. El bosque nos cubre pero podemos intuir la niebla que cubre la montaña. Durante la subida nos cruzamos con gente que baja (uno de ellos es Ramón, un compañero de facultad) y que nos dice que arriba está cubierto. Bueno. Ya veremos qué hacemos cuando lleguemos. Pasamos al lado de Es Frare y en seguida tras un par de resoplidos mas a las casas de nieve que hay en el collado entre el Puig des Tossals Verds y el Morro d'Almallutx. A nuestro alrededor nada; solo la niebla que nos envuelve. Seguimos adelante. Haremos cima de todas formas pero como siga así habrá que replantear la excursión. Vamos subiendo la ladera noreste del puig. El sendero está bien definido y se puede seguir sin problemas. Así llegamos hasta un collado donde gira para hacer el último repecho. Allí vemos que la niebla parece haberse difuminado un poco y el sol quiere asomar, lo que nos anima a subir al pico. Como bajaremos a este mismo collado después, Martí y su mujer nos esperarán aquí. Quieren ahorrar fuerzas. Los demás subimos y llegamos a la cima sin problemas, 50 minutos después desde el Coll des Coloms. Por desgracia la niebla sigue cubriendo todo, pero tras unos minutos, una ráfaga de viento parece barrer toda la niebla de la parte alta de las montañas dejando solo la de los valles y mostrando un espectáculo fantástico de cielo, nubes y montañas. Mires por donde mires, las nubes en el fondo de los valles, las cimas de las montañas por encima, un cielo azul despejado y un solecito que se agradece. Las fotos se suceden y ya parece que nadie está fatigado.
Hay que bajar, nos queda ahora la parte mas complicada. Llegamos al collado donde nos espera Martí y señora y desde allí seguimos la misma dirección que teníamos bajando desde la cima. Como referencia tenemos la silueta inconfundible del Puig de l'Ofre. Siguiendo esa dirección, dejamos a la izquierda Es Replans y nos metemos en una pequeña canal con un arce en la pared izquierda. Eso quiere decir que vamos bien. Después la vaguada se abre un poco y solo hay que ir buscando la mejor forma de descender entre rocas y piedra suelta. Hay un punto un poco complicado para salvar un desnivel. Después de un bosquete de pinos que sorteamos por la izquierda llegamos a la confluencia con el torrente que baja del collado de la casa de nieve. Allí empiezan a verse fitas, que hasta ahora no habíamos visto. Seguimos bajando y nos metemos en un pequeño cañón haciendo giros y donde se ve algún resto de marge o de camino. Tras ese pequeño barranco llegamos a las inmediaciones del Cocó del Voltor, que da nombre a la coma o vaguada donde nos encontramos. Hay gente al lado del cocó por lo que nos quedamos un poco apartados pero en el propio cauce del torrente (no hay peligro de que venga una riada). Desde la cima hemos tardado casi una hora.
Tras tres cuartos de hora de descanso para comer al sol como los lagartos, retomamos la bajada. Queda la parte mas dura de la misma, al menos para mi. Pero antes nos fijamos en unos curiosos caracoles acuáticos que se encuentran en el propio Cocó des Voltor. Son Ancylus fluviatilis, o vulgarmente llamadas lapas de rio (se parecen un poco a las de mar). La bajada es ahora por grandes bloques que obligan a saltar de uno a otro. Salimos de una pequeña hondonada y cruzamos una rossaguera quedándonos a la parte izquierda de la vaguada que cierran el Salt des Cans por la derecha y el Morro de sa Vaca (otro, no el de La Calobra) por la izquierda. Volvemos a encontrar grandes bloques de piedra. Las fitas son ahora continuas y también aparecen puntos rojos que indican el camino. Algunos se adelantan y les indico que hay un sitio donde hay escrito un 'NO' en letras rojas que indica que por ahí mejor no seguir y hay que ir un poco mas por la derecha. Hay otros que lo pasan un poco mas apurados y descienden con mas cautela, pero poco a poco vamos llegando al ramal del GR221 que viene de la Font des Noguers. La bajada ha tenido su miga pero al final estamos todos sanos y salvos en el sendero GR, tras casi media hora de duro descenso desde el Cocó des Voltor.
Por la izquierda iríamos al refugio de Tossals, pero vamos hacia la derecha. Queda un último tramo si bien no complicado un poco delicado. Se trata de pasar a la otra orilla del torrente. Tras el Pas Llis salimos del camino y pegados a la pared del torrente bajamos a este por unas piedras inclinadas. Ya en el cauce descendemos un poco por el mismo hasta llegar a un salto. Allí remontamos por nuestra derecha por terreno algo suelto los metros que nos separan de la tubería de agua que baja del embalse de Cúber, a la entrada/salida de uno de los túneles por los que pasa dicha tubería. Unos 20 metros de ascenso con un poco de cuidado de no resbalar y listo. A partir de ahora todo será pan comido. Hemos tardado casi una hora en llegar aquí desde el final del descenso de la Coma del Cocó des Voltor.
Ya todos reunidos encendemos las linternas y cruzamos el túnel, en descenso y agachando la cabeza en su parte final. A la salida encontramos los restos de una hormigonera de cuando se construyó la canal. Bajamos al lado de la tubería hasta llegar a un nuevo túnel. Por nuestra izquierda llega la canal de la Font des Pi, ahora entubada también, a la cual se acerca alguno de nosotros. En vez de pasar por los túneles, iremos por el trazado por el que va la Canaleta de Solleric, si bien no tan famosa como la del Massanella, sí es espectacular en algún tramo ya que el trazado va casi colgado del vacío. Lastima que la canaleta en si, al estar ahora entubada, se ha dejado un poco desatendida y los desprendimientos han roto algún que otro trozo. La miro con nostalgia de como se aprovechaba antes todo lo que la naturaleza te daba sin malgastar los recursos. Siguiendo el trazado de la acequia, evitamos los tres túneles restantes. Tras el último, la canal se aleja por nuestra derecha en dirección a Solleric. Nosotros tomamos un camino ancho que baja en zig-zag hasta encontrar nuevamente la explanada con el pozo por el que pasamos por la mañana. No queda mas que descender por camino asfaltado hasta Son Ordinas terminando la excursión. En un poco mas de una hora hemos hecho este último tramo. Son las cinco y media pasadas cuando llegamos a los coches.
Cuando me preguntaron la dificultad de la excursión dije que sería dura. Tomeu Rigo le puso un 4. Yo no quería que la compararan con las últimas que Jaume Salom ha hecho de la vuelta a Mallorca, pero la verdad es que menos de un 3.5 no le hubiera puesto. La dureza de la excursión no es la subida al puig. Donde está la meollo es en la bajada por la Coma des Cocó des Voltor. Y luego ese trecho complicado para pasar el torrente. No hay ningún punto especialmente difícil pero tras el ascenso uno está cansado y las bajadas con cansancio son peores. Por suerte no ha habido ningún incidente y aunque hayamos quedado bien cansados (nada que una cerveza, refresco o café no arregle) parece que a todos les ha gustado y eso es de agradecer.
En total han sido algo mas de 18 km. Hay que intentar homogeneizar los tracks. No puede ser que a unos les de 16 y a otros 18 habiendo andado lo mismo. Algo hay que no hacemos bien. 16 ó 18 km que se han andado en unas 8 horas totales (incluyendo descansos).
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