El asfalto se acaba al poco de dejar atrás la urbanización de Betlem. Vamos por terreno plano, entre pinos y bordeando la costa. A nuestra derecha tenemos las cimas por las que iremos a la tarde: Puig de sa Tudosa (con las antenas de comunicaciones), Talaia Freda y Puig de sa Creu. Es entonces cuando caen cuatro gotas que hacen pensar que no hará tan buen tiempo como se pensaba. Pronto llegamos a Es Caló, donde pensamos que haríamos la parada para merendar, pero no es así. Nuestro guía, Adrián, sigue adelante y nosotros tras el, y tras pasar una pequeña cala (ay que ver qué cosas trae el mar; una enorme boya de color azul), desembocadura de un torrente, empezamos a subir por las laderas de la Esquena des Mul. Es una subida fatigosa, posiblemente la mas dura de la jornada. No se ve un sendero muy muy marcado, pero las fites aquí y allá hacen fácil su seguimiento. Tras pasar esa pequeña cima paramos, ahora si, a merendar, sentados de cara a la Badía de Alcúdia y con vistas a los acantilados de las cimas que recorreremos mas tarde. Hemos andado poco mas de hora y media.
Tras la merienda no hemos acabado de subir. Vamos ascendiendo más o menos por la arista del contrafuerte en el que nos encontramos hasta llegar al Coll des Vent. Allí algunos se animan a seguir por la arista en un ascenso algo delicado; otros mas prudentes continúan por las fitas rodeando el roquedal y saludando a los que están por encima y así poco a poco nos acercamos al punto mas delicado aunque ya lo hemos pasado otras veces. Una canal estrecha y con pocos puntos de apoyo que, gracias a la ayuda de otros, se salva sin mayores consecuencias, dejándonos en el altiplano de la Talaia Moreia y cuya antigua torre de vigilancia ya tenemos a la vista. Allá nos dirigimos y descansamos un poco mientras otros suben a la torre a hacerse fotos. Por los alrededores hay una planta endémica de este sitio y de la Coma Fosca (en el Puig Major) pero que por desgracia aún no está en flor. Pero es curiosa esta distribución tan irregular en dos sitios tan diferentes de Mallorca. Desde la parada de la merienda hemos tardado una hora.
Tras el descanso descendemos en dirección sur por una amplia cresta. Poco a poco va dirigiéndose hacia el sureste encontrando una rejilla que hay que saltar dos veces por un botador. Al final llegamos al Coll Paret donde finaliza una pista forestal. Seguimos la pista. La idea era subir 'a la mala' al Puig de sa Tudosa, pero ya hace bastante calor y vamos un poco retrasados, por lo que evitamos ese esfuerzo y continuamos adelante hasta llegar al inicio del sendero que asciende a la Talaia Freda. Es el último esfuerzo importante del día. Hace bastante calor y se hace un poco duro, pero al final lo conseguimos todos. En poco mas de dos horas desde la Talaia Moreia hemos hecho este tramo. Paramos a descansar y a comer, que bien merecido lo tenemos.
Ahora sí todo será descenso, o casi todo. Bajamos bordeando el acantilado hacia el Pas de ses Osques y ascendemos un corto tramo llegando al Puig de sa Creu. Nueva parada para fotos, descanso y admirar el panorama. El sendero continúa en dirección sur en suave descenso hasta llegar al Coll de sa Trufa donde enlazamos con el GR-222. Vamos hacia la derecha, hacia la Ermita de Betlem con la idea de coger agua en la Font de s'Ermita. El calor ha hecho que algunos se hayan quedado sin agua, así que hay que abastecerse. Desde la Talaia Freda, en algo mas de hora y media llegamos a la fuente. Mana de forma abundante y está fresca lo que es de agradecer. Aquí paramos también un buen rato. Hemos hecho bastantes paradas y vamos con retraso, pero tampoco importa mucho.
Ahora queda un descenso por el Pas des Grau siguiendo el GR y en menos de una hora estamos ya en los coches. Así y todo son las seis de la tarde cuando llegamos a los coches.
Ha sido una excursión larga, con bastante calor, pero que ha valido la pena por la belleza del sitio y de sus paisajes.
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Aquí podéis ver unas fotos de la excursión.
Y aquí otras fotos. Gracias Jaume.