Iniciamos la excursión recorriendo el camino hasta Es Caló donde merendaremos y nos reuniremos todos. El día está explendido sin una nube en el cielo y un mar en calma. Tras la merienda iniciamos la parte dura de la excursión, subiendo la ladera del Puig de sa Tudosa que tenemos al este. Vamos un poco fora camí siguiendo fites esporádicas que nos conducen a un espolón. La ladera poco a poco se empina a medida que nos vamos acercando a las rocas del espolón. En él hay una grieta por la que nos metemos a modo de paso (desconozco si tiene nombre) y que superamos sin apenas dificultad. Después hay un poco de llano y ascenso suave para volver a empinarse la ladera de nuevo. Aquí un golpe de calor hace pasar unos apuros a nuestro guía, Adrián. No son bromas. Estas pájaras en días como hoy nos pueden dar a cualquiera. Hacemos un descanso para su recuperación y aprovecha para tomar un poco de agua y fruta que le sirvan para reponerse. Y así con paradas y descansos vamos llegando poco a poco al Coll Paret, final de la subida. Allí recapitulamos sobre como continuar la excursión. Hacerla completa como en un principio se pensaba (llegar hasta s'Arenalet d'Albarca) con el día de calor que tenemos vemos que es impensable. Decidimos que iremos por el Camí den Mundoi hasta el Camí des Presos y de allí desviarnos hasta el Pas des Porcs para bajar hasta el Camí des Caló.
Y eso es lo que hacemos. Recorremos estos parajes por esos caminos anchos y con un sol de justicia. Menos mal que corre un poco de aire que ayuda a pasar mejor este tramo. Llegamos al Camí des Presos y al poco nos desviamos a la derecha para encontrar el Pas des Porcs; un paso algo aéreo que rápidamente nos deja en la vaguada del Torrent des Barracar. Descansamos la bajada a la sombra de unas peñas y en un regato del torrente acompañados por el croar de las ranas. El último tramo de descenso lo hacemos rápidamente llegando al Camí des Caló. De allí decidimos darnos un remojón en el mar en s'Arenalet de na Clara, hacia donde nos dirigimos.
Tras unos baños totales o parciales, según cada uno, y comer el bocadillo correspondiente, terminamos la excursión regresando a los coches y parando en un bar para bañar el interior, que también es necesario. El calor ha hecho acortar la excursión, pero así y todo hemos hecho unos 11 km, que tampoco está nada mal. Será cuestión de replantear la penúltima excursión de la temporada para prever días como estos. O hacerlas mas cortas o por sitios mas boscosos o, como hoy, cerca del mar.
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Fotos de la excursión
