Iniciamos la ruta en las cercanías de Can Bleda por el GR-221, pasando por la capella de Castelló donde giramos a la derecha para subir por unas escaleras en dirección a las posesiones de Can Prohom y Son Mico. A nuestra derecha tenermos el Pi de s'Ensaïmada. A la altura de una era de batre salimos del camino en dirección más o menos oeste hasta llegar al mirador de Son Mico con vistas sobre la marina de la costa occidental de Sóller. En las cercanías unas placas hacen mención a la memoria de Gabriel Massanet y su esposa María del Carmen Rubert. Regresamos sobre nuestros pasos (1) a la era y al GR. Allí tras un portillo entramos en el predio de Can Prohom y por camino vamos recorriendo marjadas y campos de olivar. En una revuelta de camino paramos a merendar y hacer un poco de descanso.
Retomamos la ruta tras la merienda. El camino pasa debajo de un coll de tords sobre una especie de andamio de troncos. Es el momento de empezar una suave subida por la vaguada del Torrent de sa Casa Nova, siempre por camino y ya dentro del encinar. Pasamos por antiguas construcciones de aprovechamiento del bosque (sitjes, forns de calç, forns de pa, barraques) en un entorno casi idílico. Vamos llegando al punto donde nos hemos de desviar para tomar la ruta de ascenso al Puig des Moro, cuya cima hemos visto cuando estábamos en el olivar. Allí el encuentro con un cazador y sus indicaciones hace que desistamos de la idea de seguir por esta ruta, por lo que no queda otra que dar la vuelta y regresar sobre nuestros pasos (2) a la capella de Castelló donde decidimos, ja que hi som, hacer el recorrido que teníamos que hacer de bajada del Puig des Moro. Por tanto dejamos el GR por un desvío señalizado en dirección al este, pasamos por Can Carabasseta, dejamos el Camí des Rost a la izquierda, pasamos por Cas Xorc y continuamos hasta Can Jeroni Gros. Allí tomamos un camino a la derecha que haciendo una revuelta parece que nos conduce hacia donde hemos venido. Evidentemente nos hemos equivocado por lo que volvemos sobre nuestros pasos (3) y tomamos el camino de la izquierda hasta llegar al Torrent des Cinc Ponts. Poco después hay un camino de cemento en ascenso a la derecha. Lo tomamos y lo recorremos poco a poco pues el camino se empina considerablemente en algunos puntos. Mientras, pasamos por algunas construcciones que aprovechan incluso las rocas para hacer una pequeña caseta. Es el Racó d'en Barona. Un lugar ciertamente singular. Seguimos en ascenso hasta llegar de nuevo al cauce del torrente mencionado antes, donde paramos a comer y descansar de la subida.
Desde allí no queda mucho para llegar a una especie de mirador sobre el valle de Sóller, pero ya vamos un poco justos de tiempo por lo que decidimos, tras la comida, volver sobre nuestros pasos (4) y regresar hasta donde tenemos los coches.
Podría pensarse que ha sido una excursión fallida, pero ese mirador y ese camino empinado del Racó d'en Barona hace que la salida haya sido de provecho. A veces quieres hacer una cosa y no puedes, pero siempre hay alternativas. Y a lo tonto a lo tonto, hemos recorrido alrededor de 16 kilómetros que tampoco está nada mal.
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Fotos de la excursión
Más fotos de la excursión (gracias Jaume)
Y también un vídeo (11 Mb; gracias de nuevo Jaume)
