A la altura del Puig de sa Senyora y en una especie de revuelta del sendero, tomamos a la izquierda otro menos definido que asciende por la vaguada de un torrentillo. Nos dirigimos hacia la arista de la pequeña sierra que tenemos delante a la que llegamos en poco tiempo. Dejamos las comodidades de los senderos pisados y repisados y entramos en otros senderos menos dulces, pero no menos trillados. En la cresta de la sierra encontramos una alambrada. Tendremos que ir hacia la derecha (mas o menos sur), pero antes hacemos la parada para merendar protegiéndonos un poco del fresco viento que hace en ese momento.
Miramos nuestra futura ruta por la cresta. No son grandes desniveles ni el terreno es muy complicado. El pico mas alto que vemos ahora no es nuestra mayor cima. Está a su izquierda y parece mas pequeña por la perspectiva. Poco a poco vamos ascendiendo cimas y bajando a collados. En la primera cima tras la merienda encontramos un banco de piedra a modo de mirador. Lástima que los paneles que lo acompañan está quemados por el sol y no se puede ver lo que dicen. Continuamos viendo grandes extensiones de plantones de pino en la ladera occidental; en la oriental no hay. En un momento dado nos cruzamos con otro grupo que hace la misma excursión que nosotros pero en sentido contrario. Bajamos al Coll de Sant Joan para ascender a continuación a la Muntanya de Can Mir, coronada con una cruz de hierro. No será la máxima altura pues hay otra cima n'Agullonat que es unos pocos metros más alta. Para llegar a ella, Tomeu nos guía por una estrecha cornisa con patio a nuestra derecha aunque con buenos asientos para los pies. También en esa cima hay otra cruz de hierro. Aprovechamos y nos hacemos la foto de grupo.
Descansamos un poco y nos fijamos en unas especies de concrescencias irregulares de aspecto férrico que sobresalen de la superficie de la roca caliza. Tras el descanso iniciamos una corta aunque empinada bajada hasta el Coll de ses Buines. Allí pasamos un botador y encontramos un camino ancho que desciende la ladera hasta llegar al camino del Coll des Racó, que tenemos a nuestra izquierda. Mientras bajamos tenemos que ir esquivando alguna que otro pacífica vaca. Giramos a la derecha, dirección norte, por el amplio camino. Mientras miramos a nuestra derecha las cimas que hemos recorrido, nos volvemos a cruzar con el grupo de la mañana que remontan en dirección al collado. Bajamos y a la altura de Els Horts Vells (con el Puig de s'Esquerda a la izquierda y el Puig Negre a la derecha), en una explanada por donde corre mansamente un torrente, hacemos la parada para la comida. Tras la comida, seguimos recorriendo el GR pasando por Sa Clova des Safareig y Sa Clova des Mig para meternos de nuevo por el Torrent de ses Voltes. Ya cerca de Cala Torta, decidimos regresar por la costa en vez de ir por el mismo camino, por lo que seguimos recto hasta la solitaria playa y allí costear por senderos que nos dejan finalmente en la explanada donde dejamos los coches.
En total han sido unos 16 km de recorrido.
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Fotos de la excursión
