El cielo está gris y amenaza algo de lluvia, aunque no hace especialmente frío. Al arrancar tomamos el camino viejo de Estellencs en dirección a la possessió de Son Fortesa y que dejamos a la izquierda en lo alto de un cerro. En una curva cerrada vemos la verja de entrada (ojo con las cabras de la zona que deben de tener el título de ingeniero) a los jardines de Es Salt de Son Forteza. Jardines de estilo romántico con paseos con pérgolas, fuentes, estatuas, ... Al final de ellos se encuentra Es Salt, un salto de agua de 10 o 12 metros. El torrente que forma el salto y cruza los jardines es el Torrent de sa Riera, el que pasa por Palma.
Dejamos atrás la incomodidad del asfalto y nos metemos ya en camino carretero. El camino hace varios zig-zags ascendiendo poco a poco. Tras estas curvas, a la altura de un safareix a la izquierda donde llegan las aguas de la Font de s'Abelló, hacemos la parada para merendar. Durante este primer tramo ha llovido un poco, pero lejos de molestar casi se agradecía.
Tras la merienda retomamos la marcha. Vuelve a caer un poco de agua, pero durante muy poco tiempo y ya no lo volverá a hacer en toda la ruta. Seguimos por el camino y llegamos a Sa Teulera, una pequeña construcción o taller donde antiguamente hacían tejas. También ahí la canal de la fuente forma un abrevadero y posteriormente cruza el camino. Seguimos adelante, dejamos la Font de s'Abelló a la izquierda y tras un nuevo giro cerrado del camino nos dirigimos hacia las antiguas casas de Sa Muntanya, donde destaca en el tejado una chumbera y un doble reloj de sol, algo deteriorado. Las casas están en estado ruinoso.
Nuestros pasos se dirigen ahora hacia El Corral de ses Cabres, cerca del cual un 'autoinmóvil' nos sale al paso. Como tantos otros antes que nosotros habrán hecho, nos hacemos unas fotos para inmortalizarlo. El corral está cerca. Es una balma cerrada por una pared de piedra, en perfecto estado, con un portillo de entrada y dos dependencias. Salimos del corral y vamos un poco fora camí para encontrar un sendero que nos dejará en el bello Comellar de ses Someres, pasando por un antiguo pozo y safareix. Poco después aprovechamos para hacer una foto de grupo en un lugar donde el torrente (Torrent de sa Coma) pasa por una zona de escalones naturales.
Hemos ido hacia el sur. Ahora giraremos hacia el este subiendo la ladera de la Mola de Na Costitxa por el Pas de Na Costitxa. Tras esta breve subida y guiados por fites llegamos a Na Costitxa o la Gran Fesa. Una profunda grieta que se ha abierto en el terreno rocoso formando una especie de cañón con paredes de hasta 30 metros (igual más) de altura. Hay un sitio fácil para meterse dentro de esta grieta (y al poco de entrar, a la izquierda, una pequeña representación en cerámica, ahora rota, de la Sagrada Familia) y recorremos el cañón hasta el final donde se abre un avenc. Impresiona el sitio. Salimos por el mismo sitio por el que entramos. Desandamos el camino que nos ha traido hasta la Gran Fesa y giramos hacia el norte para rodear por la derecha la Mola de Na Costitxa. Tras las protestas de algunos estómagos se hace la parada para la comida.
Retomamos la marcha y seguimos hacia el norte por un sendero que nos deja en el desvío para ir al Corral de ses Cabres, cerrando el circuito. La vuelta la hacemos por el mismo camino que la ida. A la altura de Sa Teulera Jesús propone realizar una pequeña limpieza de la basura que encontremos por el camino hasta llegar a la entrada del pueblo. Encontramos bastante cantidad aunque lo ideal humbiera sido no encontrar nada y eso significaría que somos verdaderamente conscientes de lo que hay que hacer. A las cuatro de la tarde estábamos en el pueblo dando por terminada la excursión. Han sido unos 12 kilómetros no muy duros y sin grandes desniveles pero que nos han permitido ver uno de esos rincones que Mallorca tiene escondidos por aquí y por allá y que si no lo ves no te das cuenta del poder que puede tener la naturaleza así como de las maravillas que alberga.
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Fotos de la excursión
Más fotos de la excursión (gracias Fernando)
