El punto de partida es la plaza de la iglesia. Desde allí empezamos a andar en dirección sureste por el Carrer de la Vila. Tenemos el Puig des Reures casi enfrente. El camino asciende sin ningún complejo rodeando el pueblo por el sur. A pesar de los giros del camino, iremos de momento en esa dirección. La Mola de Son Cotoner es la que tenemos delante y, aunque no lo vemos por el relieve del terreno, el Puig de Na Bauçà (también llamado Na Bauçana) está a su derecha.
Seguimos un rato ascendiendo por camino asfaltado/encementado hasta llegar a unas barreras que cierran un terreno privado. La subida, si bien ha sido corta, no ha dejado de ser un poco fatigosa. Desde allí se divisa el valle de Puigpunyent y las montañas que lo rodean, siendo el Galatzó la dominante y cuya visión nos acompañará prácticamente todo el camino.
Al llegar a esas barreras giramos a la derecha por sendero al lado de la rejilla. Al poco cruzamos una pared de partió por un pequeño desmonte de la misma. Continuamos entre carrizos por marjadas abandonadas hasta alcanzar un camino ancho. A la izquierda se ve a una pequeña plazoleta con un olivo en medio a modo de rotonda. Nosotros vamos por la derecha. El terreno es practicamente plano y discurre entre la Moleta y la Mola de Son Cotoner. Aparece alguna camaseca y en algún rincón al que aún no ha llegado a dar el sol se ve en la hierba las señales de la helada de la noche pasada. A eso de las 10:20 llegamos al Pou del Bosc donde hacemos un alto para la merienda.
Al reanudar la marcha, los que no conocíamos el terreno, entre los que me incluyo, pensabamos que seguiríamos el camino ancho, pero para nuestra sorpresa, Jaume, nuestro guía, gira en ángulo de 90º por entre el encinar, en un sendero apenas visible y casi sin fitas. Nuestro destino (casi en dirección sur) es la pared de la Mola de Son cotoner y el objetivo el Pas de Na Ventalla, una grieta en la pared por la que podemos ascender a lo alto y salvar este inconveniente en nuestro camino. Por suerte no es muy difícil y se salva sin mayores complicaciones.
En lo alto nos espera el sol con el que podemos calentarnos un poco (aunque tampoco es que sobre la chaqueta) y un sendero, ahora sí, bien marcado que discurre por la ladera sur de la Mola de Son Cotoner. Andamos ahora en dirección oeste y salvo algún que otro árbol caido atravesando el camino no hay nada que destacar. En frente de nosotros se ve la costa de Andratx con la Mola como accidente geográfico mas destacable.
El sendero se hace mas ancho y se va convirtiendo en camino de carro. Dejamos un desvío a la derecha con una caseta en ruinas y rodeamos un campo de labor. Detrás de él destaca, por fin, el Puig de Na Bauçà (o Na Bauçana, como ya hemos dicho). Al otro lado del campo de cultivo se ve el Pou de Sa Plana.
La subida al Puig está indicadapor un pequeño montón de piedras a modo de fita que marca un desvío a la derecha por un sendero que asciende por el pinar de sus laderas y en las que hay escalones para hacer mas fácil la subida. En menos de 15 minutos llegamos a la cima, modesta, de poco mas de 600 m pero desde donde se divisa una panorámica fantástica: hacia el oeste la Mola de S'Esclop, más al noroeste el Puig de Galatzó con Galilea 'aparentemente' a sus pies, Puigpunyent casi al norte, detrás la Mola de Planicia y la Fita del Ram, más atras las cumbres nevadas del Teix, Massanella y Puig Major. Hacia el sur, toda la costa desde la bahía de Palma hasta Andratx.
Sobre el por qué de los escalones, Tià apunta que es posible que los hiciera, o mandara hacer, el grupo del Fomento del Turismo. Repasando, ya en casa, la excursion leo en el libro del Fomento del Turismo '50 excursiones a pie por la isla de Malorca' de Gabriel Font, la excursión que hacen a Na Bauçana. Dice: "Se desemboca en amplio llano, donde, a mano derecha, se verá un pozo-abrevadero, a espaldas del cual se inicia, en subida, un bien trazado sendero, de difícil construcción hacia el final, que conduce al pico llamado Na Bauçana, desde el cual se divisa magnífica panorámica; sendero con que obsequió al Grupo Excursionista del Fomento del Turimo su ex-Presidente y Presidente Honorario, el propietario del predio don Gabriel Alzamora".
La bajada la hacemos por el mismo sitio, retomando el camino ancho que mediante un amplio zig-zag nos hace descender a la carretera a la altura del Coll del Molí de Vent. Andamos aproximádamente un quilómetro por carretera y subimos a la iglesia de Galilea para comer en su explanada y, aprovechando un bar cercano, tomar un café después.
Después de la comida nos queda la parte mas 'dura' de la excursión, primero porque hay que subir a la parte alta del pueblo en un corto pero duro repecho y después por la bajada tan empinada que hacemos y que machaca literalmente nuestras rodillas. En poco tiempo descendemos un desnivel de unos 150 metros por un camino asfaltado aunque muy descuidado y en el que el agua se ha ido llevando gran parte de él. En su momento debió de servir para la posible urbanización de toda aquella parte, pero hoy en día no se debe de usar mas que para transitarlo a pie. Cualquier coche correría serio peligro en su integridad de no controlar el conductor muy, pero que muy bien la conducción del mismo.
Ya en terreno llano aparecen las señales que dirigen hacia la 'Reserva del Galatzó', aunque nosotros vamos en dirección contraria, siguiendo la carretera principal y que transita entre encinar por un lado y casas y terrenos de labor por otro y que nos deja en Puigpunyet 10 minutos antes de las cuatro de la tarde.
En total han sido casi 19 kilómetros, aunque muy fáciles de hacer al no haber apenas alturas destacables y solo un punto emocionante: el Pas de Na Ventalla.
Podéis 'picar' en la foto de abajo para ver el álbum y también tenéis el mapa con la la ruta realizada.
Para acabar, quería recordaros que la excursión del més de enero del año que viene será el cuarto domingo (día 24), al coincidir el tercero con la fiesta de Sant Antoni.
CMP Puig de Na Bauçà |
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