Llegando a Valldemossa el tiempo nos da una tregua dejando de chispear. No ha venido mucha gente, y tal y como está el tiempo no parece que lo vayamos a ser.
Al final haremos la excursión once y a las 09:15 nos ponemos en marcha.
Iniciamos el recorrido por las calles de Vallemossa, en dirección a la iglesia y bajamos por el Carrer de ses Roques llises, dejando a la derecha la Font de la Beata. Bajamos hasta llegar a la carretera vieja girando a la izquierda. Poco antes de llegar a la carretera nueva y justo antes de cruzar un puente sobre el torrente, nos desviamos hacia la derecha por un camino asfaltado que pasa entre casas y que deja a la izquierda la depuradora. El camino termina justo antes de la entrada a una propiedad privada. Allí mismo, de frente nace un senderillo que aprovechando un marge atraviesa un encinar hasta llegar a un portillo por donde entramos en los terrenos de Son Salvat. Seguimos por el sendero hasta llegar a las traseras de esas casas. Vamos hacia la izquierda, dejando a la derecha el camino hacia Sa Baduia. Por ahí también se podría subir por un camino, vaguada arriba, hasta alcanzar el Coll de Sant Jordi, collado por el que pasaremos más adelante. Dejamos a la izquierda las casas de Son Brondo y a la derecha una fuente al lado de unos antiguos lavaderos.
Seguimos el camino hasta llegar a S'Estret, al lado de la carretera. Toca ahora la parte dura de la excursión. O por expresarlo mejor, la primera de las partes duras. Hay que subir por la ladera norte del Morro de Sa Bombarda (la pared occidental de S'Estret). A pesar de ser una buena hora para la merienda, optamos por hacer la subida antes de esta. La subida es dura, por terreno pedregoso que a causa de la lluvia está muy resbaladizo. Pasamos junto al abrigo de Son Matge, uno de los primeros poblamientos de nuestra isla. El sendero está mas o menos definido y señalizado con fitas. Demasiadas, a mi entender. En cualquier caso hay que ir hacia el pie de los acantilados y subir dejándolos a la izquierda, hasta llegar a un pequeño marge en una canal empinada. Un poco mas adelante se ve una tubería negra que pasaremos más adelante.
Pasamos la canal y seguimos el sendero. Pasada la tubería que vimos antes, subimos por una pequeña vaguada a nuestra izquierda. Dejamos también a la izquierda un aljibe cuadrado y llegamos justo después a un camino de carro girando a la izquierda. El camino termina al llegar a unas sitges. De frente se ve el cielo entre árboles que anuncia el final de la subida. Cruzamos una pared medianera a la altura de un coll de caçador muy elaborado.
Tras la dura subida de casi una hora llega el momento de descansar y merendar. El sitio en un día soleado es muy agradable con vistas hacia Palma entre los árboles. Hacia el este llegaríamos al extremo de Sa Bombarda desde donde se tiene también una vista de Valldemossa poco común. Las nubes bajas hacen que no podamos disfrutar de ello, por lo que tras la merienda retomamos la marcha, bajando por un senderillo que se dirije, en dirección sur, hacia un ancho camino por el que llegaremos al altiplano de la Mola de Son Pacs.
Llegado a éste giramos a la derecha. Hacia el este se ven, más bien se intuyen, las montañas que recorrimos el mes pasado: Sa Gubia, el Puig de s'Obi y el Penyal de sa Rata. Dejamos a nuestra izquierda un refugio de cazadores, con aljibe y pozo y empezamos una pequeña subida hacia el Puig des Boixos que queda desviado del camino un centenar de metros a nuestra izquierda. El camino desciende en rampas un poco empinadas hasta la planicie de la Mola de Son Pacs. En un momento dado llegamos a un camino asfaltado (uno de los caminos de acceso desde Son Pacs) siguiéndolo hacia la derecha hasta llegar a la Caseta de la Mola, rehabilitada en refugio de cazadores.
Continuamos por un camino que sale a mano derecha atravesando un portillo. El camino es ahora más pedregoso. Llegamos a una bifurcación y seguimos por la derecha. Continuamos un poco más y llegamos a la confluencia con el GR-221. Por la izquierda iríamos a Esporles. Nosotros vamos por la derecha siguiendo el GR durante un rato hasta llegar a un sendero que se desvía hacia la izquierda y que seguimos hasta llegar a un ranxo de carboneros que dejamos a nuestra izquierda a la vez que giramos a la derecha. El camino/sendero se hace menos evidente con árboles que crecen en medio del camino. Pasamos por otro ranxo que dejamos a la derecha hasta llegar a una sitja con dos barracas y un horno de pan. Situados en la sitja giramos a la derecha en ángulo recto. Hay fitas aunque no son buenas de encontrar, al menos en un primer momento. Caminamos en dirección noroeste hasta encontrar los acantilados del espolón de Son Ferrandell que miran a Esporles. Ascendemos hacia la parte alta del espolón siempre con el precipicio a la izquierda. La idea era llegar al extremo del espolón desde donde se divisa una magnífica vista de la marina de Valldemossa y de las montañas que la rodean tanto por la parte de Esporlas como por la de Valldemossa. Pero hoy no era buen día a causa de la niebla por lo que desistimos de llegar al final. Dejando a la espalda el acantilado andamos de frente para encontrar el otro acantilado, el que mira a Valldemossa y una vez llegado a él giramos a la derecha campo a través hasta encontrar un camino que en un momento dado desciende hacia la izquierda en dirección a una sitja. Bajamos un poco más hasta encontrar un sendero que recorre a media altura los acantilados. Nosotros giramos a la derecha. A 50 m dejamos a la derecha la Font de s'Almangra. La fuente está en el fondo de una pequeña cueva entre peñascos. La almangra que le da el nombre, es un compuesto de aluminio y óxido de hierro que mezclado con tierra servía, entre otros usos, para marcar las ovejas. Seguimos sendero adelante hasta llegar a un nuevo ranxo de carboneros, llegando nuevamente al GR cerca de una pared de partió, en donde hay una piedra a modo de escalón y otras tres más del otro lado de la pared. Es el lugar llamado Es Passets. Del otro lado un sendero baja hacia la Font des Verger y Son Ferrandell. Nosotros paramos aquí unos minutos para comer.
Tras la comida, continuamos la marcha siguiendo el trazado del GR que ya no dejaremos hasta Valldemossa. Andamos hacia el noreste entre encinas primero y entre pinos después hasta llegar al Coll de Sant Jordi. Hacia la derecha llegaríamos hacia las casas de Son Salvat y Son Brondo, por donde hemos pasado por la mañana.
Desde el collado seguimos en dirección norte para hacer el último esfuerzo ascendiendo a la Comuna de Valldemossa. La ladera al principio es bastante rocosa con escasos árboles. A nuestro paso dejamos numerosos puestos para la caça al coll. La aparición del encinar y unos miradores naturales sobre la marina de Valldemossa, que apenas se ve por la niebla, nos avisa de la próxima llegada a la parte alta de Sa Comuna donde llanearemos durante un tramo en dirección noreste. La cima de Sa Comuna no es muy evidente y tendríamos que desviarnos del sendero. Tal y como está el día desistimos de ir.
El inicio de la bajada es un poco brusco y en poco tiempo descendemos bastantes metros. Estamos en la ladera norte. El musgo abundante por todas partes da ese toque especial de selva húmeda que la lluvia caída poco antes hace realzar mas. Llegamos poco después al Penyalot, con un aljibe cubierto, un coll de tords y las ruinas de una barraca pegada a las rocas. Hay también una señal del GR que indica 'Valldemossa: 20 min'.
Seguimos la indicación de la señal bajando por un precioso camino empedrado que a ratos se agarra a la montaña para salval algún desnivel importante. Pasamos un portillo y ya vemos Valldemossa casi a nuestro alcance. Justo delante el Molí de la Beata, al que subiremos dentro de un rato. Antes y al lado de las casas de Sa Teulera pasamos por la Font de na Llambies.
Desde la fuente se puede llegar a Valldemossa por el camino de acceso a las casas de Sa Teulera, pero nosotros vamos por el camino de la Comuna en dirección noreste dejando la montaña a la derecha hasta encontrar un pequeño claro desde donde arrancan unas escaleras a la derecha que en poco menos de 5 minutos nos dejan al lado del oratorio de la santa. Hacia la izquierda tenemos el molino, con algunas de sus dependencias en estado ruinoso.
Bajamos nuevamente al camino de la Comuna girando a la derecha y seguimos el sendero hasta llegar en pocos minutos a Valldemossa. Son casi las cuatro de la tarde cuando llegamos al pueblo y hemos recorrido unos 17 km algo exigentes por los importantes desniveles superados. Lástima de los paisajes que no se han podido ver a causa de la niebla, pero por lo demás hemos tenido mucha suerte de que la lluvia apenas ha hecho acto de presencia y nos ha permitido disfrutar de la excursión.
Con ésta acabamos el año 2010. Que el año que viene esté lleno de rutas tan bellas como las que se han hecho este año.
Molt d'anys a tots.
De CMP Mola de Son Pacs |
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