Salimos de Esporles a las 09:20 (un café a última hora tuvo la culpa de salir un poco mas tarde). Somos 18. Un poco antes nos despedimos de unos compañeros del pueblo que no han podido venir en las últimas excursiones.
Callejeamos por el pueblo siguiendo el GR de la Ruta de Pedra en Sec. Vamos por el lateral sur de la iglesia y en seguida llegamos a unos escalones de piedra en subida. Es el inicio del Camí des Correu. A la derecha tenemos las laderas de la Fita del Ram, donde destaca a media altura El Castellet, asomando entre los árboles. Cruzamos la carretera hacia Banyalbufar / Valldemosssa y caminamos paralelos a esta, dejando a la izquierda las casas de Sa Granja. El camino está cerrado a ambos lados por rejilla. En algunos sitios el talud de tierra hacia la carretera ha cedido dejando agujeros que si van a mas pueden ser peligrosos. Pasamos de nuevo la carretera y ascendemos por sendero hasta alcanzar un portillo por el que entramos en el encinar. El camino asciende, empedrado, hacia el Coll des Pi. Dejamos el predio de Ses Mosqueres a nuestra derecha y una extraña huella en una piedra en el suelo llamada Sa Potada des Cavall relacionada con leyendas del rey Jaume I. Poco más adelante, a la derecha se abre un claro a la derecha. Es la Era des Moro y aprovechamos para descansar y merendar. Ha pasado poco más de una hora desde nuestra salida.
Tras la reanudación nos quedan 10 minutos de subida hasta el Coll des Pi y el inicio de la bajada hasta Banyalbufar. Aquí está uno de los tramos empedrados mejor conservados y más bonitos. Seguimos caminando entre encinas con vestigios aquí y allá de la presencia de la antigua actividad humana: hornos de cal, sitjas, barracas, etc. Pasamos por los terrenos de Son Sanutges y el mar hace acto de presencia y nos acompañará en la segunda parte de la excursión. El terreno se hace más pendiente. Empezamos a encontrar marjades con diferentes cultivos a nuestra derecha mientras a la izquierda seguimos teniendo encinar. Un par de curvas mas y llegamos a la Font de la Vila, entubada para aprovechamiento hídrico del pueblo. Seguimos bajando entre cultivos, terrazas y estanques, maravillándonos por el ingenio para aprovechar el más mínimo rincón de tierra cultivable y la más mínima gota de agua. Entramos en la población y llegamos a la plaza de la iglesia.
Aquí tenemos dos posibilidades, ir hacia el puerto para ascender a continuación hacia el inicio del Camí de Baix o ir por la carretera hacia el mismo inicio. El mar revuelto hace que optemos por la segunda opción, por lo que, intentando pasar el mal trago cuanto antes, andamos el kilómetro y medio que nos separa de la Volta des General, inicio del Camí de Baix. Este camino transcurre entre pinos a media ladera del Puig de ses Planes (a nuestra derecha). El camino está perfectamente señalizado con indicaciones en las bifurcaciones para evitar pérdidas. El camino se acerca al pie de unos acantilados en la zona llamada Es Corral Falç. Poco mas adelante llegamos a los terrenos de Son Bunyola cuyas casas vemos a nuestra derecha. A la izquierda, la punta de s'Aguila se adentra en el mar. De haber hecho hoy el Camí de la Mar que hicimos hace dos meses, no hubiéramos podido pasar de tan agitado que estaba hoy. El último tramo del camino transcurre cerca del mar con abundantes ejemplares de brezo blanco (o bruc). Cerca del puerto, poco antes de llegar, en un rincón un poco protegido del aire hacemos la parada para comer.
Tras la comida reanudamos la marcha, bordeando un momento la costa hasta llegar a las casas del Port des Canonge. Vamos por el camino o calle principal dejándolo atrás. Al final de la urbanización dejamos el asfalto, donde la carretera empieza a zigzaguear para salvar el desnivel de los acantilados y laderas que cierran el Port des Canonge. Vamos por el antiguo Camí des Pescadors, por la vaguada o a la orilla de un torrente. El camino, a ratos empedrado, asciende sin cesar, a ratos mas empinado que otros. No hay muchas marcas pero tampoco hay posibilidad de pérdida, exceptuando en un punto en donde parece que sigue recto, cuando realmente hay que desviarse girando un poco a la derecha (si nos fijamos veremos que hay restos del antiguo empedrado). Llegamos a un puente sobre el torrente con un vial del antiguo proyecto de urbanización, hoy afortunadamente abandonada, pero con presencia de mobiliario urbano (farolas, sobre todo) en desuso.
En ese lugar giramos a la izquierda por el vial para en seguida girar de nuevo a la derecha (flecha indicadora) reanudando la subida por la vaguada. Queda superar un desnivel de unos 100 metros por sendero y después camino ancho hasta llegar de nuevo a la carretera del puerto. Caminamos por ella, en subida, unos metros atajando alguna que otra curva, hasta llegar a un collado. En el, una nueva indicación nos desvía a la izquierda. Queda un último repecho por sendero hasta llegar a la balconada de Mirant de Mar, con una explanada y un mirador sobre la costa del Port des Canonge y donde nos hacemos la foto de grupo de rigor. Ya ha pasado lo peor y desde ahora todo será llano o cuesta abajo.
Un camino de carro entre pared y rejilla nos conduce hasta la carretera de Banyalbujar a Valldemossa, que andamos (hacia la izquierda, dirección Valldemossa) durante un centenar de metros, para desviarnos a la derecha por un camino no muy visible al lado de una pared. Dejamos unas casas a la derecha y el camino pasa a camino de carro ancho y llano (Camí de Son Dameto). Ya se ve Esporles que parece que nos llama y nosotros respondemos a su llamada. En este tramo solo hay dos cruces un poco críticos, especialmente uno que es una 'trifurcación' (dos hacia la izquierda y uno a la derecha) y que hay que ir por el de en medio (el segundo de la izquierda).
Al encontrar las primeras casas, descendemos por un camino escalonado que nos conduciría hacia la carretera de salida del pueblo hacia Banyalbufar. En vez de ir por ella, vamos por la Calle Major (paralela a la carretera) hasta llegar a la Calle de Sant Pere donde al fondo vemos la iglesia a la que llegamos dando por concluida la excursión.
Han sido 22 kilómetros de excursión por tres caminos emblemáticos de Esporles y Banyalbufar. Dos de ellos muy conocidos y el tercero (el Camí des Pescadors) no tanto, pero no por ello menos interesante. El tiempo además ha acompañado y nos ha permitido disfrutar de nuevo de otro rincón de nuestra isla.
De CMP Correu, Baix y Pescadors |
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