La idea de la excursión era subir hacia el Galileu por 'Ses Voltes' siguiendo el GR. Después también por el GR ir hacia el Coll del Telègraf (con la intención de subir al Galileu) y de ahí al Coll des Prat. Allí bajar un poco en dirección a la Font des Prat para desviarnos enseguida hacia el Coll de n'Argentó. Subida y bajada al cercano pero apenas conocido Puig de ses Bassetes y por fin subir al Massanella por la arista SW. Concluiríamos la excursión bajando por la Font de s'Avenc. Todo un reto que por desgracia no pudo realizarse en su totalidad, aunque la verdad, el recorrido no estuvo nada mal ya que la nieve que encontramos nos hizo disfrutar de otra forma.
Empezamos la subida exigente hacia la urbanización de Son Macip y ses Voltes des Galileu. Ya en el aparcamiento de Lluc se veían montones de nieve acumulada por la limpieza del mismo. A medida que ascendíamos se veía cada vez mas nieve por los alrededores. Hay que cruzar la carretera y paramos un momento para agruparnos. A los que vamos por delante nos llega la noticia de que dos compañeros lo han dejado. Ana tenía problemas y se tenía que retirar y Juan se ha ido con ella.
Aún tardaremos un rato en parar para merendar (lo haremos después de la fuerte subida que nos espera hasta llegar a las cases de Neu del Galileu). Así que no paramos mas que un momento y reanudamos la marcha por el GR. El sendero está perfectamente indicado y no hay pérdida posible y tras pasar un portillo se convierte en camino de carro. Cada vez hay más nieve invadiendo en ocasiones el ancho camino. Nos cansaremos de ella, bueno... la verdad es que no.
Llegamos al primero de los pozos de nieve. Esta excursión me encanta por las numerosas construcciones relacionadas con la nieve que se encuentran. Hace muchos años cuando no había neveras ni fábricas de hielo se construían pozos donde acumular la nieve que caía en el invierno para que, convertida en hielo, bajarla hacia las ciudades o hacia donde hiciera falta.
En esos momentos la nieve cubre todo el suelo e incluso algunas ramas de los árboles. Empezamos la subida por el rehabilitado Camí de Nevaters de ses Voltes des Galileu. Hay bastante gente que sube por el mismo camino que nosotros con la idea de subir hacia el Galileu. El camino escalonado asciende inmisericorde y las vistas son cada vez más fantásticas sobre el Clot d'Aubarca y la montañas del Puig Roig y Puig Tomir (este último también con bastante nieve). El ascenso requiere de alguna que otra parada bien para descansar bien para admirar el paisaje. Acabado el zig-zag una amplia revuelta nos deja al calor del sol y al altiplano de las Cases de Neu des Galileu. Unos pocos minutos mas y llegamos a las recientemente reconstruidas casas y pozo de nieve. Aprovechamos para descansar y merendar. A lo lejos hacia el norte se ven unas negras nubes que no presagian nada bueno. De momento disfrutamos del sol y del campo nevado que nos rodea.
Tras el descanso retrocedemos un poco hasta encontrar el desvío que conduce hacia el Coll des Telègraf y el Coll des Prat. No hay rastro del sendero por ningún lado. Sin embargo, no hay problema en perderse. Lo único que hay que hacer es seguir por donde otros excursionistas han pasado antes y cuyas huellas están bien reflejadas en la nieve. Hay que procurar pisar por donde la nieve esté más dura sin salirse de las huellas. Allí donde la nieve está virgen se corre el riesgo, nunca desagradable, de hundirse hasta la cintura como bien pudimos comprobar. El sendero tradicional es mas suave que lo que hacemos, ya que vamos casi en línea recta, sin zigzaguear como hubiera sido normal y así, en poco tiempo, llegamos al pequeño collado que desciende a la vaguada del Torrent de Comafreda. A nuestra izquierda queda el Puig d'en Galileu. El tiempo ha cambiado. Ya no hace sol y se está encapotando bastante. La idea que teníamos de subir al Galileu la descartamos. Aunque en 15-20 minutos (en condiciones óptimas se puede subir y bajar al pico) preferimos seguir adelante aprovechando la 'bonanza'. Hacemos un corto descenso para, en seguida y tras vadear el Torrent de Comafreda, volver a remontar hacia el Coll des Telègraf. Empieza a chispear y tenemos que cubrirnos con chubasqueros o capas de agua. Pasamos al lado de las casas de nieve que hay cerca del collado y llegamos al mismo. Empeoran las condiciones. Ya no solo es la fina lluvia que cae (no muy molesta la verdad, aunque incómoda), sino también la niebla que va cayendo y que impide ver unas decenas de metros mas allá. Los acantilados del Massanella apenas se ven. Decidimos seguir adelante hacia el Coll des Prat.
La rampa que nos separa del Coll des Prat es mas corta pero más empinada y la lluvia y la niebla la hacen un poco mas dura. Pero nadie se queja. De todas formas, la decisión creo que la tenemos clara y al llegar al collado decidimos, creo que acertadamente, dejar para otro año la ascensión. Todos parecen de acuerdo y la excursión, y lo que nos queda de recorrido, ha merecido la pena. De no haber sido por la niebla es posible que lo hubiéramos intentado. Habríamos ido hacia el Coll de n'Arbona para ascender al altiplano del Massanella por el espolón SW. Pero como dicen: 'Hay más días que longanizas' y el año que viene, por estas mismas fechas (¿verdad Tomeu?) haremos un segundo intento.
Aprovechamos la escapatoria del Camí de Comafreda por el que descenderemos (algunos irán directamente ladera nevada abajo). A medida que bajamos las condiciones cambian. Ya no llueve y la niebla se ha quedado arriba, en la cumbre, donde sigue haciendo mal tiempo. El descenso, sin fatigas, y el buen tiempo, nublado pero sin lluvia, hace que afloren las ganas de disfrutar de la nieve y bien sea tirando bolas o dejándose deslizar por las laderas utilizando cualquier cosa como trineo, nos lo pasamos en grande durante el descenso, hasta llegar al bosque, donde en un recodo del camino, pasada la Font de sa Teula aprovechamos para comer.
El último tramo es muy llevadero, todo en ligera bajada por camino ancho, pasando al lado de la Font de s'Hort de Comafreda y casi en la carretera por la Font des Guix. El último tramo lo hacemos por asfalto. Martí se queda en la gasolinera, dice que la rodilla le molesta. Nosotros seguimos por un ramal de la urbanización de Es Guix y llegamos en poco tiempo al aparcamiento.
Para el año que viene lo volvemos a intentar. Estoy seguro de que Biel estará contento de que haya sido así, ya que tenía muchas ganas de subir y no pudo venir a la excursión. Aunque se ha perdido una salida que sin haber ascendido a ningún pico era bastante exigente, superando un desnivel considerable y andando más de 16 kilómetros en unas condiciones a las que no estamos muy acostumbrados. El año que viene nos espera el Massanella de nuevo, ojalá en mejores condiciones.
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