Mientras movemos los coches, el grupo (22 personas nos hemos reunido esta vez) guiado por Jaume va adelantándose a la entrada de la posesión de Mossa por carretera donde esperarán a los conductores.
A las nueve y media empezamos la marcha con una pequeña brusca mientras saltamos el botador de la entrada e iniciamos el camino hacia la posesión de Mossa. Recorremos el mismo camino que hicimos al final de la excursión del mes pasado pero al revés. Frente a nosotros la mole del Puig Roig domina el paisaje. A nuestra derecha las estribaciones del Puig Caragoler de Femenia. Enseguida llegamos a la posesión, que dejamos esta vez a la derecha. Como comenté el mes pasado, no se pasa ahora por las casas. Unas escaleras algo empinadas a la derecha te dejan en un sendero que bordea la rejilla que la cierra y retoman poco después el sendero original en dirección al Coll dels Ases. El camino se va empinando poco a poco mientras ganamos altura en dirección al collado. Divisamos las laderas del Puig de Galileu y Serra des Teixos hacia el sur. El sendero va agarrado a la ladera con una buena muestra de la cultura de la piedra en seco. En tres cuartos de hora, desde la carretera, llegamos al collado donde aprovechamos para merendar.
Durante la merienda vemos el próximo tramo que tenemos que recorrer. Iremos hacia el norte, en dirección a una canal ancha tapizada de carrizo. A su derecha está la Coma de ses Vaques. La cima del Puig Caragoler la tenemos oculta por sus laderas. A nuestra espalda dejamos el Puig Roig y más allá el macizo del Galileu y el Massanella. Andamos por un sendero bastante oculto por la vegetación, pero las fites aquí y allí indican la dirección a seguir. Dejamos dos pinos solitarios y la vaguada del Torrent de s'Esmorcador a la izquierda mientras nos dirigimos a esa canal de carrizo coronada por un collado con un peñasco a la izquierda. Al inicio la canal es estrecha y rocosa, luego es cuando se ensancha y se cubre de vegetación, así hasta el collado. Delante tenemos ahora un nuevo objetivo: el Coll des Pinatons. Seguimos en la misma dirección norte y una hora desde el Coll dels Ases llegamos a este nuevo collado, donde giramos un poco hacia el este. Ahora tenemos frente a nosotros los terrenos cultivados del Pla de s'Argilota subiendo por la ladera y llegando a un collado a la izquierda de unos peñascos agudos por el que pasaremos. Es el Pas des Puig.
Para ir al Pla de s'Argilota giramos a la izquierda rodeando los peñascos de ese lado. Bajaremos pegados a la pared para pasar después la vaguada que nos separa de la parte baja de los cultivos y que están rodeados por una pared y una alambrada. Una puerta en la parte baja de dicha alambrada nos permitirá pasarla y seguir adelante. Por esta zona podemos entender el por qué de nombre de Caragoler. Empezamos a ver caracoles de considerable tamaño. Ahora están de puesta, pero algunos se les ve trepando por los tallos o deslizándose por el suelo. En esta zona está también la Font d'en Castell que entre pitos y flautas se nos pasa por alto. Aprovechando las fiestas y puentes que se avecinan, intentaré acercarme y buscarla. Vamos subiendo bancal a bancal llegando al Pas des Puig. Allí encontramos un camino que rodea la ladera norte del Puig Caragoler en dirección al Coll Ciuró. Este collado separa el Puig Caragoler del Puig de ses Moles. Si siguiéramos por el camino llegaríamos a la carretera de Lluc a Pollença pasando por las casas de Femenia. Hemos tardado casi una hora desde el Coll des Pinetons.
Nuestro camino no sigue por el Coll Ciuró, que dejaremos a la derecha. Nos desviamos poco antes de llegar a él girando a la izquierda nuevamente en dirección norte. Al poco tiempo encontramos un montón de huesos y cadáveres de oveja. Por lo visto este es uno de los sitios donde dejan animales muertos para alimento de los buitres. Pasamos una pared de partió y entramos de nuevo en terrenos abruptos y accidentados y en ascenso. A nuestra espalda divisamos a lo lejos el Morro de sa Vaca. Después de la corta subida rodeamos un espolón rocoso que desde nuestra posición tiene una forma similar a una pirámide. Por la derecha vemos una canal con fitas por donde hace unos años pasamos en otra excursión en dirección a Lavanor. En seguida vemos a cierta distancia el camino cementado que baja del Coll des Vent hacia el llano de Ses Basses que las vemos la izquierda. Nos toca hacer una corta pero empinada bajada para llegar a ese camino al que llegamos a la una y cuarto.
Mia nos enseña sus botas. La suela se ha desmontado y aguanta no se sabe como. Simó 'McGyver' le hace un apaño con unas bridas y un poco de cinta aislante. Quedarse sin botas por este entorno es peligroso, pues todo son piedras, a veces muy afiladas. Dice que ya cuando se las puso le pareció que no estaban bien. El caso es que ha llegado hasta aquí y no quiere abandonar. Por el camino a donde hemos llegado se podría llegar fácilmente a las casas de Mortitx y a la carretera pasando por el valle de Lavanor.
Bajamos un poco por el camino se Ses Basses, pero poco antes de un giro a la izquierda, nosotros vamos a la derecha por un colladito desde donde se divisan los escarpes rocosos de Punta Beca. Bajamos en dirección noreste por una vaguada ancha con unos pinos jóvenes. Vamos hacia el inicio de la Coma de ses Truges (¿o ya estamos en la coma?) al que llegamos una media hora después de haber alcanzado el camino de Ses Basses y aprovechamos para comer.
Desde la parte alta de la vaguada el panorama es fantástico. A la izquierda el Musclo de ses Cordes (detrás del cual está la Cova de ses Bruixes), más allá los acantilados de Punta Beca, al final de la coma los terrenos del Rafal d'Ariant (todavía no se ve el Torrent de Mortitx, pero se ve o se adivina la casa), a lo lejos en un altiplano el Vall d'Ariant y a su derecha la mole del macizo de Ternelles (con el Puig de Gironella delante y el Puig Gros de Ternellas detrás).
Después de comer iniciamos la larga bajada por la coma, teniendo siempre delante el morro del Musclo de ses Cordes. Casi todo está tapizado de carrizo y el sendero, si bien no es muy aparente, tampoco es imprescindible y la bajada no se hace incómoda si no vas por el. Solamente hay que tener cuidado de no tropezarse uno mismo al pisar el carrizo. La primera parte de la vaguada es algo mas pedregosa, después el carrizo lo domina casi todo a la vez que se va cerrando la coma poco a poco. El último tramo hay que ir a media altura por la derecha, evitando la tentación de ir por el cauce. Delante parece que tenemos un acantilado, pues vemos ya el torrente y el característico peñasco del Bec d'Oca, pero no se aprecia la ladera de bajada hasta que no estás casi encima. Algunos de nosotros casi ya han llegado al torrente y se están refrescando con las frescas aguas que corren por él. La bajada nos ha llevado más o menos una hora desde que acabamos de comer.
El Torrent de Mortitx, después de este remanso donde nos encontramos, se encajona entre las piedras y pasa a llamarse Torrent Fondo. Su recorrido queda reservado a especialistas de barranquismo y descenso de torrentes. Nosotros nos contentamos con ver como el agua llena unas pozas de piedra a modo de piscina continuando su curso hacia el mar.
Desde aquí hay posibilidad de remontar un poco el torrente hasta el Bec d'Oca y subir por la vaguada del Rafal d'Ariant. Pero Jaume nos guía de frente, en el mismo sentido en el que hemos llegado, subiendo por una torrentera hasta llegar a los acantilados de la costa, en la zona conocida como Es Rellar. Tenemos que pasar por una cornisa de unos pocos metros de anchura, con las paredes de la montaña a la derecha y el acantilado y el mar a la izquierda; un lugar de gran belleza montañera. Algo mas adelante el sendero se asoma un poco mas al acantilado, pero tampoco de forma peligrosa. Un nuevo paso entre unas peñas y el acantilado, haciendo contorsiones para evitar sustos con el borde del precipicio, nos deja en una pequeña explanada donde el Torrente des Rafal, ahora seco, cae hacia el mar. Justo llegamos y nos preparamos para hacer la foto de grupo y un pequeño chaparrón descarga encima de nosotros a la vez que el sol brilla (plou i fa sol...). Sólo es un minuto, pero nos deja medio empapados y sin saber si tienes que ponerte el chubasquero o no. En todo caso nos ha refrescado.
Retomamos la marcha recorriendo el llano en dirección sur-suroeste hacia la Font des Rafal a la que llegamos en cinco minutos. Es una mina grande pero no muy honda donde se estanca el agua en el fondo de la misma. Está en buen estado de conservación, manteniendo la estructura original casi intacta. Paramos unos minutos en ella antes de seguir hacia las casas de Es Rafal a las que llegamos otros cinco minutos mas tarde. Desde que dejamos el Torrent de Mortitx ha pasado otra hora de marcha. La casa de Es Rafal mantiene la estructura exterior, pero el tejado se ha hundido y algunas paredes interiores se han caído.
El último tramo de excursión que nos queda es llegar a las casas de Mortitx y a la carretera donde tenemos los coches. Vamos a ir por Ses Voltes de s'Ullastre. No es un camino difícil pero hay que ir haciendo constantes sube-y-baja sorteando piedras y grietas. Esto hace que, con el cansancio acumulado, la vuelta se haga un poco pesada. Desde las casas vamos hacia el sur, en dirección a unos acantilados, que al principio dejamos a la izquierda para girar en esa dirección poco después metiéndonos en ellos aprovechando resaltes por el que sube el sendero a tramos empedrado. Hay marcas rojas que añadidas a las fites marcarán el camino hasta el final. A nuestra espalda tenemos una nueva panorámica del Torrent de Mortitx, el Bec d'Oca, Es Rafal d'Ariant y alrededores. La subida no muy larga pero es empinada y para rematar, habiendo ya alcanzado la parte alta del acantilado, un chubasco, más fuerte que el anterior sí que nos obliga a ponernos los chubasqueros. Fueron cinco minutos de lluvia que dejan, y nos dejan, todo empapado. Lo peor es que las rocas estarán húmedas y habrá que extremar las precauciones para no resbalar. Además se habrá formado barro que siempre es incómodo pues es un peso extra en las botas.
Dejadas atrás Ses Voltes, pasamos por un primer tramo accidentado con muchas piedras que el sendero va sorteando, después el terreno se suaviza algo hasta llegar a una pared que delimita los terrenos de Mortitx. Solo hay que destacar un avenc que se encuentra en el sendero y que evitamos subiendo por las piedras de la izquierda. Después de la pared, el terreno se allana hasta llegar a unos bancales que remontamos, llegando a una pista de tierra con el viñedo y las casas de posesión de Mortitx a la vista. Un poco mas y llegaremos hasta la carretera, final de la excursión. Desde Es Rafal d'Ariant hemos tardado dos horas en llegar a la carretera.
La excursión ha tenido de todo, lluvia, sol, subidas empinadas, bajadas más empinadas todavía, caídas (sin consecuencias), muchas y muy buenas vistas y la satisfacción de haber acabado sin percances. Nadie ha tenido que abandonar y, es más, las botas de Mia han aguantado. Yo pienso que las debería poner en una vitrina. Han sido unos 16 km recorridos en unas 6 horas de andar efectivo. Mi GPS me marca 6 horas 45 minutos, pero seguro que he ido más lento que otro compañero que también llevaba un aparato de estos y que al final le marcó esas 6 horas. Al menos la distancia sí que nos ha coincidido.
De CMP Mossa - Mortitx |
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