domingo, 17 de noviembre de 2013

Talaia Moreia

Catorce valientes nos hemos reunido a realizar la excursión a la Talaia Moreia. La verdad es que el cielo no presagia nada bueno, pero confiamos en que no será para tanto.
Aprovechando un bar cercano a la iglesia de la Colonia de Sant Pere, tomamos un café rápido para no hacer esperar al grupo.
Después nos acercamos en coche hacia Es Caló, pasado Betlem, mientras la carretera permita no desgraciar los coches. Poco antes de las nueve y media empezamos a andar por terreno llano al lado de la costa por el camino que va hacia Es Caló. El mar está en calma a estas horas. El cielo plomizo de momento aguanta sin llover. Hacia el interior, el Puig de sa Tudosa, con sus antenas, parece que intenta escuchar lo que decimos.
El paseo es agradable de momento, al lado del mar, por camino llano y ancho. Tenemos que sortear algún bassiot que cubre toda la pista pero sin problemas. Aprovechamos para acercarnos de vez en cuando a la orilla de algún pequeño acantilado que la erosión producida por el mar ha vaciado dejando apenas una cornisa. Pero aguanta y aguantará bastantes años.
Llegamos a Es Caló donde aprovechamos para merendar. Hemos andado casi tres cuartos de hora y hay que coger fuerzas para lo que se nos avecina.
Tras la merienda retomamos la marcha en dirección norte hasta Sa Platjola para enseguida rodear el promontorio que tenemos delante dejándolo a la izquierda. Entramos en una vaguada siguiendo unas fites, hay algún resto de sendero que mas adelante estará mas definido. Vaguada arriba está la Font des Rossillers. Ya por sendero mas claro nos separamos del cauce seco que dejamos a la derecha y subimos la ladera entre carrizos y piedras. En seguida entramos en calor y nos quedamos en manga corta. No hace mucho frío y junto con el esfuerzo de la subida hace que podamos quitarnos algunas capas de ropa.
Ya vemos del grupo quien flaquea. Ha venido con nosotros por vez primera un inglés (creo que es inglés), Stevie, que comenta que se está preparando para hacer una marcha de unos cuantos días. La idea que tiene es hacerla con un peso de unos 25 kg. Hoy lleva 15 y la subida que estamos haciendo lo está notando. En otras ocasiones, si alguien renquea, Biel se ofrece a llevar la mochila para que el otro vaya un poco mas descansado. Pero hoy no ha venido, y yo, que voy a cola de grupo, no me ofrezco como él en vista del mochilón que carga el muchacho.
Terminamos de subir lo mas escarpado de la ladera y nos juntamos al resto del grupo. Nos queda un pequeño esfuerzo, luego una subida muy suave hasta el Collet del Vent y para acabar un poco de escalada, pero no nos adelantemos.
Terminamos el descanso en el que hemos aprovechado para hacer una foto de grupo por si las moscas y retomamos la subida. La parte dura ya la hemos hecho y estamos terminando de llegar al Collet del Vent cuando empieza a caer algo de lluvia. No mucha al principio pero poco a poco se va manteniendo. A partir de ahora nos acompañará en lo que queda de excursión. Nunca será una lluvia fuerte, de chaparrón, pero sí algo mas que un 'calabobos'. Las capas, chubasqueros e impermeables salen de las mochilas. Mientras, la Esquena des Mul se va acercando a nosotros. Pero algunos de nosotros ya la conocemos y sabemos que hay una grieta por donde se puede ascender. Lástima que con la lluvia la hará un poco mas delicada y resbaladiza. Algunos de nosotros ya han llegado e incluso Tomeu Garau, nuestro guía hoy ya la ha superado. Se le ve en lo alto del acantilado mientras el resto van llegando al pie.
Para quien no conozca el paso, es una grieta que hay a la izquierda del espolón, casi en el vértice. Hay que subir más o menos 'a la mala' (sin sendero definido) por la ladera hasta la base del acantilado. Las veces que he estado creo que nunca he subido por el mismo sitio, pero no tiene pérdida. La grieta se ve bien clara. Una vez en la base del acantilado, y al pie de la grieta, hay una especie de hendiduras a ambos lados donde meter el pie, pero luego hay que trepar un poco más de lo que permiten las piernas. También la mochila estorba un poco ya que se clava con las paredes. Si está seco no hay problema, pero estando el terreno mojado y mas si ya ha pasado gente antes, no está de mas echar una mano a los que vienen detrás, para ayudarles un poco en esa trepada y que puedan poner el pie en un lugar firme. Son 7-8 metros de desnivel pero sin mucha dificultad.
Stevie y yo llegamos los últimos. El sube primero, pero antes se quita la mochila para ir mas cómodo (con la mochila no sé si hubiera podido subir). Hago de puente para pasar la mochila a otro compañero y ahí compruebo el peso que realmente lleva. Se me nota en la cara la impresión que me da y el resto del grupo lo nota también. ¡Vaya mochilón! 15 quilos... o más.
Al final subimos y nos agrupamos todos. Ya ha pasado lo peor o lo más sufrido. El resto de la excursión, si no fuera por la lluvia, es pan comido. Bueno... casi todo.
Arriba nos espera la niebla además de la lluvia. Desde lo alto del paso se debería ver la antigua torre de vigilancia, pero no la vemos. Sabemos que tenemos que ir hacia el este y en poco tiempo se disipa un poco la niebla y nos permite ver la torre y tomarla como referencia. Llegamos en pocos minutos. Desde Es Caló, donde merendamos, hasta la torre han pasado unas dos horas. Son las doce y media. Algunos de nosotros suben por la escalera metálica hasta la sala superior. Desde ahí, una abertura, creo que de la chimenea, permite subir hasta la terraza. Los demás esperan, esperamos, abajo mientras la lluvia sigue cayendo.
Otro de nosotros, Pep, también está tocado. Le ha dado un tirón llegando a la grieta de subida. A ratos le molesta más a ratos menos. De momento aguanta. Y tiene que aguantar hasta el final. Hay que hacer mas entrenamiento, Pep.
La idea inicial era bajar por la ladera sureste hasta en encuentro del camino que nos llevaría al Arenalet d'Albarca y luego ascender por el Camí d'en Mondoi hasta el Camí dels Presos. Pero en vista del tiempo que hace, lo que haremos será terminar la excursión bajando por el camino tradicional desde la torre acortando la excursión. La comida ya veremos como la haremos. Diez minutos después de haber llegado a la torre emprendemos la bajada, suave en su mayor parte. Poco antes de llegar al camino hay dos 'botadors' para salvar una rejilla. En un pis-pas alcanzamos el camino en el Coll Paret. La parte que sigue ahora será muy cómoda, rodeando el Puig de sa Tudosa por pista ancha (el Camí dels Presos). De momento las botas han aguantado la lluvia, pero ya voy notando en un pie algo de humedad.
Hemos llegado al camino en media hora desde la torre. Y otra media hora tardaremos en desviarnos a la derecha abandonando el camino en dirección a un paso en el Coll de sa Valma. Antes hemos dejado también a la derecha la pista que sube al Puig de sa Tudosa. La niebla se agarra a esas laderas y nos impide disfrutar de las vistas. El paso se puede localizar por unas antiguos soportes de alambradas. También hay algunas fites que marcan el descenso que hace algunas lazadas al principio para luego bajar casi en línea recta entre el carrizo con algún pequeño 'destrepe' hasta encontrar un camino. No ha habido novedades en la bajada a pesar de estar mojado y resbaladizo. En cuarenta minutos hemos bajado y estamos andando o chapoteando dentro de nuestras botas por un camino ancho en dirección al camino de Es Caló, al que llegamos después de pasar al lado de una casa en ruinas.
Finalizamos la excursión desandando el camino que hicimos por la mañana y llegando a los coches un poco pasadas las tres de la tarde y sin comer.
Para evitar enfangar los coches, nos dirigimos hacia las casas de Betlem andando, menos los conductores que irán en sus coches, en busca de un refugio o cobijo donde cambiarnos y ponernos ropa y calzado seco. Después vamos al bar que fuimos por la mañana en la Colonia de Sant Pere donde nos dejan comer nuestros bocadillos a cambio de la bebida y el café. Muy amables por su parte. Qué mejor manera de acabar una excursión pasada por agua, que tomando un café después de comer. Rafel se tiene que ir y Stevie tampoco nos acompaña y nos quedamos con las ganas de saber qué es lo que tenía dentro de la mochila. De todas formas, Stevie, te esperamos a la próxima.
Han sido unos 13 km no muy duros y si no fuera por el mal tiempo en la segunda mitad de la excursión habrían sido muy agradables y con bellos paisajes. Por desgracia la lluvia lo ha deslucido un poco pero no por ello hemos disfrutado algunos mas que otros seguramente. De todas formas, no hay nada que una ducha de agua caliente no quite y queden solamente los recuerdos de los buenos ratos pasados.



CMP Talaia Moreia

JLLB Talaia Moreia

JAO Talaia Moreia

De CMP Talaia Moreia

No hay comentarios: