domingo, 19 de octubre de 2014

Volta a Mallorca: El Pal - Cala Figuera

El día pintaba bien a primera hora por parte de los que nos habíamos reunido. Había buen ambiente y ganas de empezar. Tras unos minutos de espera en las cercanías del hotel Formentor, vamos hasta la explanada sobre Cala Figuera para dejar los coches. El día está despejado y se espera mucho calor y poco viento.
A las 09:20 empezamos a andar, 29 excursionistas, por la carretera en dirección Pollença. Dejamos un desvío hacia Cala Figuera, y un kilómetro después, en la zona llamada Pla de les Arenes nos desviamos por un camino ancho entre el pinar. Otro kilómetro después nos desviamos a la derecha en dirección a una vaguada que es la subida típica hacia El Pal. La cosa ya empieza a ser mas complicada. No hay sendero definido y la pendiente se va incrementando a media que vamos subiendo. El grupo se estira y así poco a poco vamos llegamos a un altiplano y a la sombra de un gran pino nos paramos para merendar, una hora después de haber empezado. Mientras subíamos no hemos tenido muchas sorpresas y tampoco muchas posibilidades de vistas y panorámicas. Pero una vez arriba la cosa cambia. El paisaje de la costa y la vista desde el acantilado es magnífico, desde la derecha (hacia el Cabo Formentor) hasta la izquierda (El Pal, Es Colomer, la Serra del Cavall Bernat y la de Cornavaques). Cerca de donde estamos hay un agujero por donde se puede acceder, no sin mucha dificultad y mejor con ayuda de cuerdas, a la parte baja de los acantilados.
Tras la merienda, algunos de nosotros nos dirigimos hacia El Pal, la montaña mas elevada de esta zona. Como será un viaje de ida y vuelta, dejamos las mochilas al cuidado de algunos que no van a acercarse.
No hay camino y el terreno es muy accidentado (cárstico). Continuamente has de vigilar donde pones el pie pues también hay carrizo que te oculta posibles piedras o agujeros. Intentamos ir saltando de piedra en piedra lo que obliga además a un pequeño sobreesfuerzo. Si bien la subida es de apenas 100 metros de desnivel, la ida y vuelta nos supone casi una hora de marcha. Pero desde la cima de El Pal volvemos a disfrutar del paisaje que nos rodea, incrementado además por la visión hacia el sur de la Península de Alcudia y de las Serras de Llevant (Artà), así como las bahías de Pollença y Alcudia. Hacia el este, hacia Formentor, tenemos la visión de lo que nos espera. Hacia el oeste la Serra de Tramuntana, un poco difuminada por cierta calima que flota en el ambiente.
Esta hora de marcha ha sido un pequeño aperitivo de lo que nos espera. Dejamos a la derecha el sendero, por llamarlo de algún modo, por el que hemos llegado y seguimos hacia el este por el altiplano. Todo parece fácil hasta que nos topamos con la bajada hacia el Coll de l'Home. Unos 160 metros de desnivel que a algunos se les atraganta de tal forma que se retiran retrocediendo por el sendero de subida. La bajada se hace muy dura también para otros de nosotros. Tanto que buscaran una salida desde ese collado hacia la carretera. Dos alemanas que nos acompañan por primera vez han elegido una mala excursión para venir. No porque la excursión no sea agradable, pero realmente es dura, como lo son por esta zona de la Serra y que ya muchos de nosotros conocemos. Es de las típicas de Jaume de la Volta a Mallorca. Cortas en kilómetros pero intensas en esfuerzo.
Antes de llegar al collado nos paramos a comer. No habiendo árboles nos protegemos del sol a la sobra de unas peñas y allí comemos y descansamos del esfuerzo de la bajada. Pasan unos minutos de la una y media. A nuestra espalda, realmente impresiona lo que hemos bajado.
Tras la comida aún nos queda un cuarto de hora para llegar al collado. Ahí otra parte del grupo se separa bajando por la vaguada de la derecha, por la zona de Es Clapers, para encontrar el camino y la carretera por la que empezamos la excursión. De los 29 que empezamos, sólo 15 terminaremos la excursión. A nuestra izquierda vemos toda la zona del Cingle de ses Bufaranyes y la Punta de les Fonts Salades. Hay que subir nuevamente por la ladera que teníamos enfrente cuando bajábamos hacia el collado para después en un continuo y fatigoso sube y baja ir caminando o saltando en dirección al Morro de Catalunya. Siempre cresteando y disfrutando, aunque haya que pararse para eso (no hay que dejar de mirar al suelo para ver donde poner los pies), del paisaje a derecha, izquierda y de frente. Una hora y media de fatiga tras el collado y cuando ya alguno de nosotros van renqueando (Jesús se ha caído, Mateo se ha torcido un tobillo, yo voy dolorido de mis rodillas), llegamos a un resto de sendero. Es el que desde Cala Figuera sube hacia el Morro de Catalunya y llega hasta la parte alta del cabo del mismo nombre. Son las tres y media. Nosotros giramos a la derecha para hacer la bajada hacia la cala, que alguno la ve como si fuera un oasis en el desierto. La bajada, para variar, también es empinada así que nos lo tomamos unos con mas calma que otros y ya sin incidentes llegamos a la playa de Cala Figuera donde nos espera un chapuzón en sus limpias aguas. El buen día que ha hecho y que sigue haciendo ha posibilitado que venga mucha gente a esta pequeña cala a la que hemos llegado a eso de las cuatro de la tarde.
Vemos en la cala a los primeros que abandonaron el grupo, que cuentan que se despistaron un poco en la bajada pero al final todo fue bien. Pero no vemos a los que se separaron en el Coll de l'Home. Pasará un rato hasta que les veamos bajar hacia la cala. Han ido poco a poco pero han llegado todos.
Un buen rato de descanso en la playa ayudan a quitarnos el cansancio de la excursión, aunque a algunos el cambio brusco al meterse en el agua les ocasione algún pequeño calambre en las piernas.
Tras el descanso nos quedan quince minutos de subida hasta la explanada-aparcamiento donde tenemos los coches dando por finalizada, ahora si, la excursión.
La excursión ha sido corta pero intensa, como comentaba antes. Algo mas de 10 kilómetros. Ha habido abandonos, que no es muy normal, pero realmente la excursión era dura y no todos pueden hacer estos esfuerzos, sobre todo si no se está habituado a este tipo de terreno. Pero ha sido interesante y con bonitas vistas mientras se cresteaba por los acantilados. Una cerveza/café/refresco en un bar al que habitualmente vamos cuando estamos por esta zona de Mallorca, termina de quitar el cansancio que llevamos. Aunque yo me dormiré como un bendito en el coche en el viaje de vuelta a Palma.



CMP El Pal - Cala Figuera

De CMP El Pal - Cala Figuera

No hay comentarios: