Galatzó diferent

Arrancamos a andar a eso de las nueve y cuarto desde el aparcamiento poco antes de las casas del Galatzó. La intención es subir al Puig de Galatzó por una vía diferente a la que se intentó la temporada pasada por el Comellar de ses Sínies. Adrián no ha podido venir para hacer de gúia así que me deja la labor a mi. Al final le propongo una alternativa que puede tener su punto de interés sin perder la dificultad. El día está un poco nublado y con viento. Veremos que tal hace en la cima.
Somos ocho los que nos hemos reunido y tomamos rumbo hacia las casas pero en seguida nos desviamos hacia el Cami de ses Planes. Tomamos esa pista hasta llegar a la Síquia del Ratxo. El agua viene de la Font des Ratxo hasta unos sistemas de safareix cerca de las casas de Galatzó. Nos desviamos por la canal restaurada hace poco. El paseo es guapo, comodo, en sombras y con la compañía del agua por la canal lo hace muy llevadero. En un momento dado la acequia cruza un torrente mediante un pequeño puente-acueducto. Llegamos a las cercanías de la posesión u hotel Es Ratxo. Hace unos años pasamos por allí y se encontraba abandonado. Ahora parece que lo están arreglando para abrirlo de nuevo. Dejamos las casas del hotel a la derecha y en un poco de esplanada que hace el camino paramos a merendar. Ha pasado una hora mas o menos desde el inicio.
Tras el descanso nos metemos en ascenso por un laberinto de pistas, caminos, vías, sendas, etc. al pie de Es Puntals des Ratxo a nuestra izquierda. Vamos ascendiendo poco a poco. Dejamos el bosque tupido entrando en una zona mas aclarada. Se oyen ladridos de perro en las cercanías. La idea es acceder a la arista sur del Galatzó por el Pas des Ratxo. Un paso nada complicado, en forma de collado abierto con una pared seca de lado a lado. Tras el collado casi estamos ya en la arista. Solo queda, es un decir, la subida por dicha arista hasta la cima. Una vez en la arista tenemos a nuestros pies Es Puntals des Ratxo. Ladera abajo por la izquierda la Moleta del Galatzó y el Puig des Caragol, en las cercanías del Camí de ses Planes (que era la idea inicial de subida, y que queda para otra ocasión). A lo lejos unas casas que deben de ser de Galilea y detrás el Puig de Na Bauçana. En la dirección en la que vamos, toda la arista que conduce a la cima y que desde donde estamos parece interminable. Por la izquierda el Puig Batiat, Sa Cadira des Bisbe, Es Moletó y Sa Mola de s'Esclop, así como el pequeño Es Castellet.
Ascendemos poco a poco, casi sin darnos cuenta. Pasamos por la boca de un avenc del que sale aire caliente. Poco antes de la cima nos desviamos por la derecha por una via mas cómoda y en un plis-plas hacemos cima (son alrededor de la una y media). Parece mentira lo lejos que parecía antes y sin prisa pero sin pausa has recorrido la distancia y has llegado donde querías. En el último tramo hemos visto y pisado trazas de nieve, restos de la nevada de hace poco y que aún cubria las cimas mas altas de la sierra.
Arriba el día acompaña. Está despejado y podemos ver toda la panorámica que nos rodea. A nuestros pies vemos también la torre de vigilancia contra incendios del Coll des Carniceret, por donde pasaremos mas tarde. Pensábamos que haría viento, pero no es tanto lo que hace y el sol invita al descanso y la contemplación.
Pero hay que bajar. Lo hacemos por el camino tradicional. Una bajada empinada que hacemos con precaución, aunque también con alguna caída sin importancia. Llegamos al cruce de senderos donde hay un pequeño resto de una antigua construcción y aprovechamos para comer. Son alrededor de las dos y cuarto de la tarde. A nuestra derecha tenemos Es Bisbe, 'pequeño' pitón rocoso en la ladera del puig.
Tras la comida, tomamos rumbo al Coll des Carniceret pasando por debajo de Es Bisbe. En el collado, sin llegar a la torre de vigilancia giramos a la derecha hacia la Font des Pi, donde llegamos a eso de las tres y media. Nos volvemos a internar por el laberinto de pistas y carreteras y con algún despiste que otro llegamos nuevamente a las cercanías del Hotel Es Ratxo. En vez de volver por la canal que hicimos por la mañana, nos desviamos un momento hasta las puertas de entrada del hotel para ver un poco los jardines, y después tomamos el camino que va a orilla del Torrent des Ratxo y llegar al poco rato al aparcamiento de la finca del Galatzó. Son las cinco menos cuarto cuando concluimos la caminata.
Una caminata durilla con un inicio muy bucólico y luego una ascensión enérgica. El día ha acompañado: fresco y soleado. En total han sido algo más de 19 kilómetros.

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Fotos de la excursión
Más fotos y vídeo de la excursión (33 Mb) (gracias Jaume)